Estación de metro de plaza de Catalunya a las 11 de la mañana de un día cualquiera de la semana: a rebosar de turistas. Casco antiguo de la ciudad, Paseo de Gracia, Ramblas, accesos al Parc Güell, Sagrada Familia, playas… cualquier rincón interesante de la ciudad, y hay muchos, se encuentra repleto de visitantes prácticamente todos los días del año.

Así es Barcelona, la ciudad más turística y cosmopolita de España y una de las mejor posicionadas a nivel europeo. Según datos oficiales, más de 8 millones de extranjeros se alojaron en hoteles de la ciudad en 2016, lo que la sitúan en el cuarto lugar del ranking de ciudades más visitadas por detrás de Londres, París y Estambul. A esos datos hay que añadir el turismo proveniente del interior de la península, que también crece año tras año.

Son cifras basadas en las reservas de hotel y en el número total de pernoctaciones, que superó los 20 millones en 2016. Pero además de este tipo de alojamientos, existen otras alternativas que también gozan de aceptación entre los turistas, como alquilar apartamentos cerca de la playa de Barcelona o en diversos puntos de la ciudad. Muchos de esos visitantes consiguieron el apartamento de sus sueños en Lugaris.com, que posee una oferta muy amplia de apartamentos de lujo frente al mar.

Si tenemos en cuenta estas opciones, y añadimos los espacios que se escapan del control administrativo (habitaciones de particulares o alquileres turísticos ilegales) se calcula que visitan las ciudad unos 30 millones de personas al año.

Los juegos del 92, punto de partida

Los Juegos Olímpicos de 1992 posicionaron a Barcelona dentro del mapa mundial del turismo. La ciudad, con una popularidad discreta por aquel entonces, saltó de golpe a los medios de comunicación. De la noche a la mañana, millones de personas pusieron sus miradas en una ciudad del Mediterráneo con un clima suave, una arquitectura destacada y una oferta cultural y gastronómica remarcables.

Y aquel empuje se ha mantenido. Pasado el efecto de los Juegos, la ciudad se ha consolidado como un destino preferente que no para de crecer. Barcelona es ya una ciudad imprescindible en los programas de turoperadores nacionales e internacionales. Y, ¿de dónde proviene el aluvión de visitantes?. Fundamentalmente llegan de Reino Unido, Francia, Italia y los Estados Unidos. El turismo ruso, muy remarcable hace unos años, se ha estancado un poco pero se mantiene. La apuesta actual de los empresarios del sector es potenciar el visitante chino.

¿Dónde radica el éxito de Barcelona?

Son muchos los factores que contribuyen a consolidar la marca Barcelona. Además del clima y de los 4 kilómetros de playa, la ciudad posee un atractivo arquitectónicosobresaliente. Junto al conocido casco antiguo, con los restos de muralla romana, las calles estrechas y la impresionante catedral gótica,  a ciudad presenta un tesoro único y singular: el Modernismo, presente en edificios del Paseo de Gracia, Parc Güell, Palau de la Música y por supuesto la Sagrada Familia.

Pero la ruta del turismo en Barcelona no solo se concentra en los lugares habituales, se ha trasladado también algunos barrios. El Poblenou, antigua zona industrial revitalizada muy próxima al mar, posee numerosos hoteles y locales de copas. También se ha desplazado el turismo al barrio de Gracia. Esta popular zona de la ciudad, con sus calles estrechas y sus plazas llenas de bares, se ha convertido es un punto de ocio favorito para los turistas más jóvenes.

La gastronomía, basada en dieta mediterránea, es otro plato fuerte de la ciudad, así como el panorama museístico y la amplia oferta cultural. Por otra parte, la ciudad tiene una vertiente cosmopolita y emergente que la convierten en un destino muy atractivo para jóvenes artistas, emprendedores y profesionales vinculados a las nuevas tecnologías.

No hay que olvidar el deporte. El Fútbol Club Barcelona es un equipo de referencia dentro del fútbol internacional. Por eso, el Camp Nou y el Museo del Barça son ya lugares de peregrinaje obligados para los amantes de este deporte y adoradores de Messi y Neymar.

Los numeroso congresos internacionales que acoge la ciudad y la actividad crucerística acaban de completar el panorama de atractivos de Barcelona. El puerto es líder de Europa en el sector de cruceros: el pasado año, más de 2 millones y medio de viajeros desembarcaron en la ciudad. Este tipo de turismo suele poseer un alto poder adquisitivo y hace parada en los comercios de lujo de la ciudad. Ello ha contrubuido a situar a Barcelona entre los destinos preferidos para los visitantes de alto standing.

Un freno al exceso de turismo

El auge del turismo en Barcelona tiene aspectos muy positivos desde el punto de vista económico, pero está creando problemas para los habitantes de la ciudad. La masificación y algunos inconvenientes añadidos, como el ruído y la proliferación de alojamientos ilegales, ha llevado a las autoridades municipales a tomar cartas en el asunto. El pasado mes de enero, el equipo de gobierno municipal puso en marcha una medida que impide la obertura de nuevos hoteles en la ciudad y la ampliación de los ya existentes.


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