Los Países Bajos llevan ese nombre por una buena razón, la escasez de montañas altas y el predominio de territorio principalmente llano y con poca elevación sobre el nivel del mar.
Así por ejemplo el punto más alto de Holanda es una simple colina de 321 metros sobre el nivel del mar, el Monte Vaals. Y Bélgica, a la que sus propios habitantes consideran también como países bajos (véase nuestro artículo sobre el embrollo del nombre de Holanda y los Países Bajos), tampoco puede presumir mucho en ese sentido.
Su punto más alto se encuentra en las Hautes Fagnes, un territorio de páramos elevados en la provincia de Lieja, en el Macizo de las Ardenas.
Éste fue en origen una cadena montañosa comparable a los Alpes, que se vio reducida a su actual elevación de apenas unos cientos de metros tras millones de años de erosión.
La localidad más cercana es Eupen, la capital de la comunidad germanohablante del país, ya que la zona perteneció a Prusia hasta la Primera Guerra Mundial.
El lugar en cuestión más alto de la zona, y de toda Bélgica, se llama Signal de Botrange, y ni siquiera es una montaña o una colina, sino un terreno llano hoy atravesado por una autopista.
Está situado a 694 metros de altitud, en un lugar de habituales fuertes vientos y bajas temperaturas invernales, cuya media no supera los 0 grados (la temperatura mínima registrada es de -25,6º).
De hecho tampoco fue el punto más alto del país hasta 1919, cuando la región se unió a Bélgica por el Tratado de Versalles que ponía fin a la Primera Guerra Mundial.
Tan escasa altitud debió parecerles a los belgas algo vergonzosa y por eso en 1923 se construyó, sobre un pequeño promontorio, una escalinata de piedra de exactamente 6 metros de altura, denominada Escalera Baltia en honor del general Herman Baltia, comisionado real para los cantones orientales entre 1920 y 1925.
Ello permite a cualquier belga que lo desee subir hasta los 700 metros justos de altitud en su país.
Muy cerca de la escalera hay una torre construída en 1934 y que sustituyó a otra de madera erigida por los prusianos en 1889. Tiene 24 metros de altura, alcanzando así los 718 metros sobre el nivel del mar, y se usa como torre de comunicaciones. Pegada a ella hay un restaurante.
En 2010 un internauta descubrió, utilizando Google Earth, un punto junto a la frontera con Alemania que en un principio se estimó tenía 701 metros de altitud.
En marzo de ese mismo año miembros del Instituto Geográfico Nacional de Bélgica realizaron mediciones, confirmando que solo llegaba a los 693,05 metros. Signal de Botrange continuaba siendo el punto más alto de Bélgica.
En 2013 se construyó en las cercanías otra torre, esta vez de 50 metros de altura, que funciona como estación intermedia para la transmisión de datos en tiempo real entre las bolsas de Londres y Francfort, evitando así el retraso de las transmisiones de datos vía satélite.
Fuentes
Waimes / Le Soir / Peakbagger / Wikipedia.
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