Seis grandes cascadas principales e innumerables más secundarias le confieren a este angosto cañón excavado en la tierra un peculiar atractivo.
Tanto que a su nombre oficial Trou de Fer (Pozo de Hierro) se suma también el de Trou d’Enfer (Pozo del Infierno). Se localiza en la Isla Reunión, un departamento francés de ultramar en el archipiélago de las Mascareñas, al este de Madagascar en el Océano Índico.
La isla forma parte por tanto de la Unión Europea, con estatus de región ultraperiférica, y a pesar de ser un importante destino turístico tiene la tasa de paro más alta de toda la Unión.

Tiene una superficie de 2512 kilómetros cuadrados y alberga dos volcanes, el pitón de la Fournaisse y el pitón des Neiges, que es el punto más alto de la isla y también el volcán más alto en el Índico, con 3.070 metros de altitud. El primero es el más activo, habiendo entrado en erupción más de 100 veces desde 1640, la última vez el 2 de enero de 2010.
El Trou de Fer es una depresión geológica en el pitón des Neiges, al noroeste de la isla, una brecha en la tierra que alcanza los 300 metros de profundidad. Visualmente su espectacularidad viene determinada por dos factores.
El primero es que se abre en una meseta boscosa, conformando una especie cañón estrecho y angosto. Y el segundo son los numerosos cursos de agua que fluyen a la brecha creando imponentes cascadas que se distribuyen a lo largo de todo su recorrido.

Tiene seis cascadas principales, de las cuales la más impresionante es la que forma el río Bras de Caverne y que alcanza los 225 metros de altura, considerada la más alta de Francia y una de las más altas del mundo.
Las seis se vierten a una poza natural llamada Bassin des Grands Vents, en el circo principal del cañón.
Es precisamente este río el que discurre por el cañón, que tiene una longitud de unos 7 kilómetros y medio, hasta afluir al Rivière du Mât, que desemboca al noreste de la isla.

La pequeña corriente del Bras Mazerine produce varias cascadas que fluyen al Bassin Fenoir, una piscina natural en el fondo de uno de los circos secundarios de la brecha, y otras muchas surgen de la porosa roca volcánica.
La primera exploración del Trou de Fer fue el descenso realizado en octubre de 1990 por Pascal Colas, Marie-Anne Chamel, Patrick Moret y Vincent Terrisse (lo habían intentado también el año anterior sin éxito, a causa de las lluvias). La expedición, que duró más de dos semanas, fue grabada documentalmente por la televisión francesa, y en ella participaron también guías locales.
Considerado como el descenso más dificil del mundo, en 2014 el asturiano Jorge Núñez fue la primera persona que lo completó en solitario, en un tiempo record de 5 horas y 12 minutos.
Actualmente es posible sobrevolar la zona en helicóptero e incluso acceder en coche hasta un punto desde el que hay que caminar varias horas a través del bosque, por un sendero de escasa dificultad, que lleva hasta un punto desde el que se puede contemplar la brecha. No obstante, el fondo suele estar cubierto de niebla la mayor parte del tiempo.
Fuentes
Wondermondo / El Comercio / K2Studio /Wikipedia
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