Las Torres Trango, un grupo de montañas en una subcordillera del Karakórum, son uno de los retos de escalada más difíciles del mundo, intentados cada año por numerosos deportistas.
Están situadas en la cordillera Baltoro Muztagh, al norte del glaciar del mismo nombre, en territorio de Pakistán. La cordillera alberga el segundo pico más alto del mundo, el K2 (8.611 m.) así como otros tres ochomiles.
En ese contexto las Torres Trango no destacan precisamente por su altura, ya que su mayor elevación se queda en 6.286 metros. Pero a cambio presentan algunas de las paredes casi verticales más altas del mundo, y de las más difíciles de escalar.

Se ubican sobre una cresta que discurre en dirección noroeste-sureste entre los glaciares Trango y Dunge. Gran Trango es un gran macizo con cuatro cumbres, la mayor de las cuales alcanza los 6.286 metros antes indicados. Al noroeste está la Torre sin nombre (6.239 m.), a la que se identifica fácilmente por la enorme aguja puntiaguda y casi simétrica que se proyecta desde los 1.000 metros. La tercera es El Monje, más al norte.
Es la cara Este del Gran Trango la que está considerada la pared casi vertical más alta del mundo, con 1.340 metros, y una de las escaladas más dificiles que se pueden acometer. Como comparación, la pared vertical más alta del mundo tiene 1.250 metros, en el canadiense Monte Thor.

Fue escalada por vez primera en 1984 por los noruegos Hans Christian Doseth y Finn Daehli, ambos lamentablemente fallecidos en el descenso.
Los primeros que consiguieron regresar fueron Xaver Bongard y John Middendorf, quienes en 1992 siguieron una ruta paralela a la empleada por los noruegos, a la que hoy se denomina El gran viaje.
La ruta seguida por Doseth y Daehli no volvería a ser intentada hasta 2008, cuando otros cuatro noruegos (Rolf Bae, Bjarte Bø, Sigurd Felde y Stein-Ivar Gravdal) la emplearon para llegar hasta la cumbre. Tardaron 27 días en el ascenso y tres más en el descenso. Bae moriría días más tarde ese mismo verano, el 1 de agosto, en el desastre del K2.
Tanto el Gran Trango como la Torre sin nombre y otras cumbres menores, como El Púlpito, tienen rutas de ascenso más sencillas (en comparación con la cara Este del Gran Trango), pero que se cuentan asimismo entre las más difíciles y técnicas que un escalador puede acometer hoy en día.
Fuentes
Climbing / Alpinist / Wikipedia
Descubre más desde La Brújula Verde
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.