A cambio de la declaración de guerra a Japón por parte de la Unión Soviética los Estados Unidos iniciaron en secreto en la primavera de 1945 un programa de préstamo de naves a la Armada Soviética.

A pesar de que tanto el Imperio Ruso como posteriormente la Unión Soviética tuvieron sus encontronazos bélicos con Japón desde la Guerra Ruso-Japonesa de 1904 y la intervención nipona en la Guerra Civil rusa entre 1918 y 1920, ambos países firmaron un pacto de neutralidad el 13 de abril de 1941.

Con ello se aseguraban no ser atacados por el otro mientras se concentraban en otros escenarios. Japón en la guerra contra los Estados Unidos, y la Unión Soviética a partir de la Operación Barbarroja de junio de ese mismo año, en combatir a las tropas alemanas.

El pacto se cumplió escrupulosamente por ambas partes, con los soviéticos denegando todas las solicitudes norteamericanas para que les permitieran instalar bases aéreas en su territorio, desde las cuales poder lanzar ataques sobre Japón.

Stalin dejó bien claro a los aliados que solo declararía la guerra a Japón tres meses después de la completa derrota de Alemania, cuando quiera que sucediese. Lo hizo en un encuentro con el embajador norteamericano Averell Harriman en octubre de 1944, añadiendo que para ello debía recibir ayuda y suministros que permitieran la puesta a punto de un gran ejército soviético en Asia Oriental.

El almirante soviético Popov preside la ceremonia de transferencia de uno de los dragaminas / foto Dominio público en Wikimedia Commons

Se hizo llegar a los norteamericanos una lista del equipamiento que necesitaban, que estos incluyeron en un programa de préstamo y arriendo anual cuyo nombre en código fue Milepost.

El 20 de diciembre de 1944 el almirante soviético Alafusov, jefe del estado mayor de la armada, y el almirante Clarence E. Olsen, comandante de la misión militar norteamericana en Moscú, llegaron al acuerdo de incluir también en el programa la transferencia por parte de los Estados Unidos a la Unión Soviética de aviones y barcos de diferentes tipos, entre ellos lanchas de desembarco y dragaminas.

Al mismo tiempo las tripulaciones soviéticas debían recibir instrucción para operar los buques americanos que les serían transferidos. Con objeto de mantener en secreto el programa, y evitar alertar a los japoneses, se eligió como lugar de entrenamiento y de transferencia de las naves la localidad de Cold Bay en las Aleutianas Orientales, Alaska, por la práctica ausencia de población civil (todavía hoy apenas llega a los 100 habitantes).

Situación de Cold Bay en la península de Alaska / Google Maps

Para mediados de febrero de 1945 el programa fue rebautizado como Proyecto Hula y a partir del 10 de abril comenzaron a llegar a Cold Bay los primeros oficiales y marineros soviéticos para ser entrenados. Éstos eran transportados en barcos mercantes, que luego seguían rumbo a la costa Oeste norteamericana, de donde regresaban con los materiales incluidos en el acuerdo. Hasta junio llegaron a Cold Bay unos 5.500 soldados de la armada soviética.

Marino soviético con su instructor norteamericano en Cold Bay / foto Dominio público en Wikimedia Commons

Uno de los principales problemas que se encontraron los instructores norteamericanos, aparte del idioma, fue la completa falta de conocimientos de los soviéticos acerca de tecnologías como el sonar y el radar.

El primer convoy de barcos transferidos, 8 dragaminas, partió de Cold Bay hacia la Unión Soviética el 28 de mayo de 1945. En el segundo, dos días depués, se incluían ya 6 cazasubmarinos. Pero las estrellas del acuerdo serían 30 fragatas clase Tacoma fuertemente armadas, que comenzaron a partir de Cold Bay el 15 de julio. Al finalizar ese mes se habían transferido ya a la Unión Soviética 100 de los 180 barcos planeados.

Stalin declaró finalmente la guerra a Japón el 8 de agosto de 1945 y, aunque Japón se rindió formalmente a los aliados el 2 de septiembre, la ofensiva soviética en Manchuria, Corea y las islas Sajalín continuó todavía tres días más. El Proyecto Hula, a pesar de todo, siguió manteniendose en secreto y, de hecho, el mismo 2 de septiembre los soviéticos tomaban el control en Cold Bay de los últimos cuatro barcos transferidos.

El 5 de septiembre los norteamericanos dieron por cerrado el proyecto, aunque todavía faltaban 31 navíos por entregar. Durante los 142 días que duró se entrenaron en Cold Bay unos 12.000 militares soviéticos, incluyendo 750 oficiales. Se transfirió a la Armada Soviética 149 navíos de combate, a ninguno de los cuales se le cambió el nombre, salvo por la designación.

De todos ellos cinco desaparecieron en combate, hundidos por la artillería costera japonesa el 18 de agosto durante el desembarco soviético en Shumshu, una de las islas Kuriles.

Izado de la bandera soviética en barcos transferidos, junio de 1945 / foto Dominio público en Wikimedia Commons

Al año siguiente, en febrero de 1946, los Estados Unidos solicitaron la devolución de todos los navíos. Pero para entonces las relaciones con la Unión Soviética se habían deteriorado tanto que hasta 1948 los soviéticos no acordaron iniciar el proceso de retorno.

En 1957 la Oficina de Inteligencia Naval de los Estados Unidos reportaba que de los 149 navíos prestados tan solo 18 quedaban bajo control soviético, incluyendo nueve dragaminas y cinco cazasubmarinos. Estos estaban tan deteriorados que no merecía la pena reclamarlos, por el alto coste del traslado. De modo que algunos fueron desguazados en la Unión Soviética, pero otros fueron entregados a terceros países. La República Popular China recibió así dos dragaminas.

Algunos de los que si volvieron, como el USS Gallup y el USS Glendale, volvieron a ser comisionados en la armada norteamericana y participaron en la guerra de Corea en 1950. Estos en concreto fueron transferidos finalmente en 1951 a la Royal Thai Navy, la armada tailandesa, donde sirvieron hasta el año 2000.


Fuentes

Project Hula: Secret Soviet-American Cooperation in the War Against Japan (Richard A. Russell) / The United States Coast Guard in World War II (Thomas P. Ostrom) / Wikipedia


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