¿Convivieron los celtas con los vikingos en Islandia? Es una de las explicaciones para los extraños anillos descubiertos en el país nórdico en la década de 1980.

Al borde de la península de Seltjarnarnes, junto a la reserva natural de Örfirisey al este de Reikiavik, hay una serie de estructuras similares a anillos de gran tamaño, que solo son visibles desde el aire.

Los anillos nunca han sido objeto de una investigación ni excavación arqueológica sistemática, pero el investigador Þorgeir S. Helgason opina que pueden ser las ruinas de antiguos asentamientos celtas, de la misma época en que los vikingos se asentaron en Islandia, y erigidos por gentes procedentes de Irlanda.

Descubiertos en la década de 1980, fueron estudiados a finales de los 90 por investigadores del Museo Nacional que determinaron que los asentamientos se levantaron pocos años después de la erupción volcánica del Torfajökull en el año 871 (la última erupción es de 1477). Esta fecha encaja con la de 874 como el año de los primeros asentamientos en la isla que registran las sagas.

Detalle de los anillos / foto Þorgeir Helgason

No obstante algunos análisis de radiocarbono han sugerido que los asentamientos podrían haber comenzado hasta 100 años antes de la llegada del noruego Ingólfur Arnarson a Reikiavik para fundar el primer asentamiento permanente, como documenta el Landnámabók o Libro de los Asentamientos. El Landnámabók fue compilado en el siglo XII por el historiador Ari Thorgilsson y narra, en la primera de sus cinco partes, el descubrimiento de Islandia y la historia de sus primeros asentamientos.

Arnarson no fue el primer nórdico en tierras islandesas, pocos años antes habían llegado Naddoddr (considerado el primer hombre en pisar la isla), Hrafna-Flóki Vilgeroarson (quien le dio su nombre actual), y Gardar Svavarsson. Ninguno de ellos parece que aguantó en el lugar más allá de un invierno.

Las últimas excavaciones arqueológicas encontraron un asentamiento anterior al de Arnarson, aunque de la misma década, pero se desconoce quien pudo levantarlo.

Monumento a Ingólfur Arnarson en Islandia / foto Willem van de Poll en Wikimedia Commons

También según el Landnámabók los vikingos que llegaron desde las Islas Británicas traían consigo esclavos de origen celta, y de hecho los estudios genéticos confirman que entre el 20 y el 25 por ciento de la población de la isla tiene antepasados procedentes de Irlanda. Es posible que mantuvieran tradiciones constructivas separadas, y de ahí la presencia de los anillos.

O quizá se pueden relacionar con los monjes irlandeses llamados papar que supuestamente arribaron a la isla a lo largo del siglo VIII, hecho citado por las fuentes literarias pero que no estaba avalado por vestigios arqueológicos hasta hace pocos años. Las ruinas de una cabaña descubierta en Hafnir arrojaron una datación que indica que fue abandonada en algún momento entre 770 y 880.

El Landnámabók dice que estos monjes abandonaron en su marcha libros religiosos, campanas, báculos y otros objetos, y que ésta se produjo antes de la llegada de los nórdicos, lo que coincide con el hallazgo.

Según Helgason, aunque los anillos son únicos en Islandia, se corresponden con construcciones comunes en Irlanda hasta el siglo XII, recintos de viviendas rodeados de un muro protector, que igualmente solo son hoy visibles desde lo alto.


Fuentes

Iceland Magazine / Iceland Review / Wikipedia


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