Coches que corren sin salirse de la pista, objetos lanzados al adversario, un mando que proporciona información al jugador. Parecería que hablamos de un videojuego.
Pero no, en realidad se trata de la última novedad de Mattel, un circuito de carreras Hot Wheels con inteligencia artificial, donde los vehículos van equipados con sensores que evitan que se salgan de la pista. Es más, y aquí está el auténtico logro, consigue trasladar al plano físico algo hasta ahora reservado solo al mundo de los videojuegos digitales, ya que se puede competir en el mundo real contra un ordenador.
A primera vista los dos vehículos incluidos en el set Hot Wheels AI parecen coches de juguete normales, pero en su parte inferior albergan los dos sensores que van leyendo la posición sobre la pista de vinilo y controlando en todo momento la aceleración para mantenerlo en carrera.
La similitud con la experiencia digital se traslada también al controlador, que adopta una forma parecida a la de un mando de Xbox o PlayStation. Pero para aquellos que echen de menos el modo clásico de este tipo de juegos, también es posible desactivar los sensores y jugar en modo manual, sin ayuda de la inteligencia artificial.
Si eso fuera poco, cuando se compite contra otro jugador o contra la inteligencia artifical el ordenador del juego va anunciando por los altavoces las posiciones de los vehículos en cada vuelta (cuyo número se puede establecer previamente), con lo que la experiencia gana en realismo.
En cuanto a la velocidad de los vehículos, alcanzan el equivalente a escala de 290 kilómetros por hora, esto es, unos 9 kilómetros por hora, lo cual para una pista y vehículos de esas dimensiones es ciertamente considerable.
Otro de los aspectos que lo acerca a los videojuegos digitales es la posibilidad de poner obstáculos al coche de cabeza, simplemente pulsando un botón en el mando el altavoz anunciará un pinchazo o una pérdida de aceite y el vehículo perdera velocidad, algo parecido juegos del tipo Mario Kart. Eso sí, el obstáculo no aparecerá sobre la pista.
Existen varios modos de juego en función de la habilidad del jugador, y también se puede jugar contra otros participantes o contra la máquina. En ese sentido es posible, por ejemplo, que un niño más pequeño compita contra los mayores, ya que cada uno puede elegir el nivel de dificultad apropiado y competir en igualdad de condiciones.
Para que la diversión no decaiga o el juego se haga monótono, el set viene con 20 tramos de pista que se pueden montar para crear hasta 40 diseños diferentes, con lo cual tenemos variedad de sobra para muchas horas de disfrute.
Finalmente, como decía al principio, creo que lo más interesante de Hot Wheels AI es haber conseguido trasladar la experiencia de juego de la pantalla al mundo físico, algo que seguramente muchos padres agradecerán como una forma de desenganchar a sus pequeños del cada vez más omnipresente mundo digital.
Descubre más desde La Brújula Verde
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.