En el norte de Francia, cerca de Amiens, se halla la ciudad subterránea de Naours, construida en el siglo X, redescubierta en 1887 y utilizada por los nazis en la Segunda Guerra Mundial.

Esa zona de Francia sufrió numerosos avatares, guerras y conflictos desde la Edad Media. Con frecuencia los habitantes de la aldea de Naours, que hoy cuenta con unos mil habitantes, veían como los ejércitos asolaban sus tierras y se llevaban las provisiones que necesitaban para mantener a las tropas, amenazando la propia subsistencia del lugar.

Por ello en algún momento del siglo X decidieron construir un refugio, donde poder esconderse ellos mismos, el ganado y el grano, en tiempos difíciles. Poco a poco fueron horadando la tierra y excavando galerías, según aumentaba la población, bajo una colina cercana y a unos 33 metros de profundidad.

Plano de la ciudad subterránea / foto: Raphodon en Wikimedia Commons
Plano de la ciudad subterránea / foto: Raphodon en Wikimedia Commons

Para el siglo XVII la ciudad subterránea tenía ya 28 galerías y más de 300 habitaciones de una altura de entre 1,60 y 2 metros, con capacidad para albergar a mas de 3.000 personas. Además habían construido numerosas plazas en las intersecciones, tres capillas, establos, canales y pozos de agua, huecos de ventilación y chimeneas para la extracción del humo de las cocinas y hornos de pan.

El lugar fue ocupado regularmente entre esos siglos, a veces por largos períodos de tiempo, como demuestran las numerosas inscripciones que se han encontrado en las paredes, con fechas que van del año 1340 al 1792. Parece que fue precisamente durante la primera mitad del siglo XVII, durante la Guerra de los Treinta Años, cuando la ciudad subterránea llegó a su apogeo de ocupación.

Foto Zairon en Wikimedia Commons

Fue redescubierta el 15 de diciembre de 1887 por el sacerdote Ernest Danicourt, que dedicó buena parte de su vida a explorar, investigar y restaurar las galerías. En ellas encontró multitud de objetos cotidianos y utensilios que permitieron realizar una datación de las fechas en que el lugar había sido ocupado. También huesos humanos y de animales, así como gran cantidad de monedas, fósiles de inoceramus (un bivalvo extinguido parecido a las ostras) y hasta un tesoro de 20 piezas de oro.

De sus investigaciones se dedujo que el lugar había sido empleado por última vez en la época de Luis XVI, a finales del siglo XVIII, probablemente por contrabandistas de sal, que establecieron allí un depósito para evadir el impuesto que gravaba ese elemento.

Luego las cuevas quedaron olvidadas hasta que fueron utilizadas durante las dos guerras mundiales. Primero por los británicos, que las usaron como almacén de munición y combustible en la Primera Guerra Mundial, dejando de paso en ellas la mayor concentración de grafitis conocida de ese conflicto. Y luego por los nazis en 1941 con el mismo fin, y en 1943 como parte del Muro Atlántico, reforzando sus paredes con mampostería.

Foto: Raphodon en Wikimedia Commons
Foto: Raphodon en Wikimedia Commons

Con el avance de las tropas aliadas, los alemanes se llevaron en su retirada todo lo que pudieron del interior de las grutas, donde todavía se hallaban las colecciones reunidas por Danicourt, de las que no se ha vuelto a saber nada.

Desde 1949 la ciudad subterránea de Naours está abierta al público y se puede visitar, siendo uno de los principales atractivos turísticos de la zona, con un pequeño museo, restaurante, zona de picnic y parque infantil.


Fuentes

Les souterrains de Naours, haut-lieu touristique au temps de la Grande Guerre / La Cité Souterraine (Sitio Oficial) / Wikipedia / The journal of antiquities


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