Cómo trasladar una esfera a una representación plana ha sido el principal problema de la cartografía desde sus comienzos.
Durante siglos el sistema que predominó fue la proyección de Mercator, que el famoso cartógrafo empleó por vez primera en su mapamundi de 1569. El problema es que, a pesar de que los mapas realizados con este sistema son útiles para la navegación, en realidad distorsiona considerablemente el tamaño de las tierras, que aumenta cuanto más alejan del Ecuador, ofreciendo una representación alejada de la realidad.
Para solucionarlo ya en el siglo XX aparecieron diversas proyecciones, como la de Gall-Peters o la de Winkel-Tripel, ésta última adoptada por National Geographic Society en 1998 para todos sus mapas. Aun así, ninguna de ellas es perfecta, y adolece de diferentes distorsiones que provocan que la correcta representación del mundo sea una tarea realmente dificil.
En 2016 el diseñador y arquitecto Hajime Narukawa, de la Universidad Keio de Japón, junto con la empresa AuthaGraph, presentaron un nuevo mapa que quiere dar una solución, si no definitiva, por lo menos más acertada al problema.
No solo eso, el mapa obtuvo en el país nipón el premio Good Design Award por su precisión, casi tan buena como la de un globo terráqueo, en mostrar el tamaño real de los países y continentes.
Para ello se dividió la esfera terrestre en 96 regiones iguales, transfiriendo después esas dimensiones a un tetraedro a partir del cual se generó el mapa definitivo, manteniendo las proporciones de las masas de agua y tierra. Se empleó un sistema denominado mapeo multicapa, que consiste en utilizar diferentes métodos de proyección a través de objetos intermedios, con el fin de reducir los errores durante el traslado de la esfera al tetraedro. El resultado final se parece bastante al obtenido con el Dymaxión.
Así, al contrario que ocurre con la proyección de Mercator, Groenlandia no aparece más grande que Australia, y África se representa por fin acertadamente con su auténtico y excepcional tamaño.
Con todo, sus creadores afirman que el mapa todavía necesita mejoras, como el incremento de las subdivisiones, para poder llegar a ser un fiel reflejo de la realidad.
Entre las cosas que destacan en un primer vistazo están la orientación, que se desmarca de la tradicional norte-sur, situando la Antártida en un extremo, o la figura alargada de Brasil, que da una idea de sus auténticas proporciones. Por el contrario China aparece representada con una forma más alargada y estrecha de lo que estamos acotumbrados .
Más información: AuthaGraph
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