En la parte más septentrional de la península de Jutlandia se halla la población de Skagen, que está considerada como la más al norte de todas las localidades de Dinamarca. Es el punto que marca el límite de Kattegat por el Oeste, una zona del Mar del Norte comprendida entre la propia península y las islas de los estrechos que conectan con el Báltico.

Toda la costa danesa de Kattegat, que puede haber sido la inspiración para el nombre de la aldea de Ragnar Lodbrok en la serie Vikings (aunque existe otro Kattegat en Noruega), sufrió un intenso proceso de desertificación durante los siglos XVIII y XIX que también afectó a partes de Escocia e incluso Holanda.

El problema principal eran las enormes dunas móviles que a lo largo de los siglos se fueron formando en la zona y que terminaron por sepultar grandes áreas, incluyendo la antigua ciudad de Skagen, que tuvo que ser reconstruída más al noreste en 1595.

Esos procesos se fueron controlando durante las últimas décadas del siglo XIX y en el siglo XX, logrando frenarlos mediante plantaciones de árboles y arbustos. No obstante, todavía hoy existen dos dunas móviles activas, la más famosa de las cuales es la gigantesca Råbjerg Mile.

Esta actividad dunar, que enterró granjas, casas y edificios, tiene su principal exponente y atractivo para el turismo en la Iglesia de San Lorenzo de Roma, construida en algún momento entre los años 1355 y 1387 en estilo gótico, y que está considerada uno de los edificios más antiguos del lugar.

Originalmente tenía una nave de 45 metros de largo y una torre de más 22 metros de altura.

Foto EHRENBERG Kommunikation en Wikimedia Common

Hacia el año 1600 todo el área en torno a la iglesia comenzó a sufrir el proceso de desertificación mencionado, y para finales del siglo XVIII las arenas de la duna Råbjerg Mile alcanzaron la propia iglesia.

Así, está documentado que el día del Store Bededag de 1775, la fiesta danesa que se celebra el cuarto jueves tras la Pascua (generalmente en abril o mayo), los parroquianos tuvieron que abrise paso a través de la arena que cubría la puerta para poder oir misa.

Foto BjørnN en Wikimedia

Durante 20 años lucharon contra la duna a diario para conservar su iglesia, pero finalmente tuvieron que desistir y, en 1795 fue definitivamente clausurada y su nave demolida. Solo la torre quedó en pie.

La duna cubrió no solo la iglesia sino el pueblo en torno a la misma. A finales del siglo XIX el Museo Nacional de Dinamarca se hizo cargo de los restos, aunque nunca se llegó a realizar una prospección o excavación.

Se cree que tanto el altar como la pila bautismal aun permanecen allí bajo las arenas, rodeados por las casas de los campesinos. De la torre sobresalen unos 18 metros, y es conocida por el nombre de la Iglesia Enterrada (Den Tilsandede Kirke).


Fuentes

VisitDenmark: Den Tilsandede Kirke – The sandburied church


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