El Monte Liceo (nombre latinizado del Licaión griego, literalmente montaña de los lobos), es el primer lugar conocido donde se rendía culto a Zeus en el territorio heleno. Situado en la Arcadia, una región del Peloponeso hogar mítico de Pelasgo y su hijo Licaón, su pico más alto (1.421 metros) alberga el más antiguo altar del que con el tiempo se convertiría en el principal de los dioses olímpicos. Licaón, según el mito, fue quien fundó el ritual que allí se practicaba y que implicaba un sacrificio humano, del que no existían pruebas hasta ahora.

El ritual consistía en sacrificar al dios víctimas animales, principalmente cabras y ovejas, así como una víctima humana. La carne de todas ellas era mezclada y se daba a comer a los asistentes.

Se creía que aquel que comía una porción de carne humana se convertía en lobo (de ahí el nombre del monte, o viceversa). Ya Platón hizo referencia a ello en la República: Quien ha probado entrañas humanas mezcladas con las de otras víctimas, necesariamente se convierte en lobo (República, 565D).

Vista desde la cumbre del Monte Liceo. Mirando hacia el este se encuentra el antiguo santuario de Zeus
Vista desde la cumbre del Monte Liceo. Mirando hacia el este se encuentra el antiguo santuario de Zeus

El altar lo describe Pausanias: Delante del altar, al este, dos pilares sobre los que reposaban viejas águilas de oro. En este altar se ofrecían sacrificios en secreto para Zeus Liceo. Era reacio a inmiscuirme en los detalles de ese sacrificio, dejarlo como es y fue desde el comienzo (Descripción de Grecia, VIII.38.7). Las excavaciones arqueólogicas en el lugar establecieron que ya era utilizado por lo menos 1.000 años antes de que los antiguos griegos comenzaran el culto a Zeus, por lo que posiblemente éste suplantó a alguna divinidad más antigua.

Durante el verano de 2016 los arqueólogos encontraron en el altar, según anunció el Greek Reporter, un esqueleto humano. Apareció en una tumba de 1,52 metros de largo, mezclado con cenizas y huesos de animales. Según los primeros análisis correspondería a un adolescente y tan solo le falta la parte superior del cráneo. Junto a él, fragmentos de cerámica micénica sugieren que el enterramiento se produjo durante el siglo XI a.C.

Esqueleto humano hallado por los arqueólogos en el Monte Liceo

Aunque los investigadores creen que todavía es pronto para sacar conclusiones, sí apuntan a que puede constituir la primera prueba hallada que da veracidad al ritual mítico, cuya práctica se habría extendido hasta la época de Alejandro Magno.

Según David Gilman Romano, profesor de arqueología griega en la Universidad de Arizona, muchas fuentes antiguas mencionan rumores de que en el altar se realizaban sacrificios humanos, pero hasta hace unas pocas semanas no había ninguna evidencia ni huesos humanos habían sido descubiertos en el lugar.

Las excavaciones que se realizan en el Monte Liceo desde 2007 solo han podido sacar a la luz un 7 por ciento del antiguo recinto del altar de Zeus, por lo que todavía queda mucho por investigar, y no se descarta la aparición de más restos humanos.


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