Dholavira es un yacimiento arqueológico situado en el estado de Guyarat, al noroeste de la India. Allí los arqueólogos excavan desde 1990 una antigua ciudad que se encuentra entre las cinco más grandes halladas pertenecientes a la cultura del valle del Indo.
También se la considera la ciudad portuaria más grande de su época. Se ubica en el Rann de Kutch, un desierto arcilloso que estacionalmente se convierte en una marisma salobre. Dholavira está flanqueada por dos ríos que, durante la época del monzón, rodean por completo el lugar, convirtiéndolo en una isla llamada Khadir bet.
Ahora los investigadores han encontrado evidencias de que la ciudad fue destruída por un tsunami hace 3.450 años, lo que la convierte en el asentamiento urbano conocido más antiguo del mundo en sufrir un desastre de ese tipo.
Se sabe que Dholavira, que tiene una planta cuadrangular que abarca unas 47 hectáreas, estuvo habitado hacia el año 2650 a.C. Poco a poco fue decayendo hasta ser abandonado hacia el año 2100 a.C., pero volvió a ser ocupado cerca del 1450 a.C.
Descubierto en 1967 por J. P. Joshi, no sería hasta la década de 1990 que comenzarían las excavaciones, situándola como uno de los asentamientos más importantes de la cultura del valle del Indo, junto con Harappa, Mohenjo-Daro, Ganeriwala, Rakhigarhi, Kalibangan, Rupnagar y Lothal. Lo que la diferencia de éstas es que su construcción siguió un plan geométrico predeterminado, con una acrópolis fortificada por murallas dobles, y que todos sus edificios estaban construídos con piedra, en lugar de los ladrillos empleados en Harappa o Mohenjo-Daro.
Otra de sus peculiaridades es que contaba con un avanzado sistema hidraúlico de canales y depósitos para almacenar el agua procedente de la lluvia y los ríos (se han encontrado también presas en diferentes puntos), el más antiguo hallado del mundo, también construído enteramente de piedra.
Los arqueólogos han sacado a la luz ya más de 16 de estos depósitos, que tienen unos 7 metros de profundidad y unos 89 de largo, de media. En 2014 se descubrió un pozo rectangular de 73 metros de largo por 29 de ancho y 10 de profundidad, tres veces más grande que el famoso Gran Baño de Mohenjo-Daro.
Entre las construcciones descubiertas en el lugar hay siete estructuras circulares, cuya función no se conoce exactamente, pero que según los investigadores tienen semejanzas con las primeras estupas budistas. También se hallaron piezas de cerámica, esculturas, objetos de bronce como espejos y martillos, símbolos fálicos, sellos con inscripciones y joyas de oro.
El descubrimiento más significativo de Dholavira es una especie de cartel o señal, que originalmente consistía en una tabla de madera sobre la que se dispusieron piezas de yeso para formar diez grandes símbolos o letras. La madera se perdió pero las letras permanecieron en su lugar.
Cada una tiene 37 centímetros de altura, y la tabla se calcula que tenía unos 3 metros de largo. Se trata de una de las inscripciones más grandes de la escritura del Indo. Esto, unido al hecho de que se trataba de una señal pública, evidencia según los expertos la completa alfabetización de esa cultura.
Los investigadores del Instituto Nacional de Oceanografía de India opinan que los muros de entre 14 y 18 metros de anchura que rodean la parte sur de la ciudad, tuvieron que ser construídos para protegerse de los tsunamis, que habrían sido frecuentes en la zona.
Muros de esa anchura no se encuentran ni siquiera en épocas posteriores, cuando la capacidad destructiva de las armas se iba incrementando progresivamente.
El análisis de los depósitos sedimentarios del lugar encontró fósiles de foraminifera, organismos marinos de concha microscópicos, lo cual sugiere que estos depósitos pueden ser el resultado de un tsunami masivo.
Descubre más desde La Brújula Verde
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.