Como todo el mundo sabe Alaska no siempre perteneció a los Estados Unidos. Españoles, británicos y rusos se afanaron desde el siglo XVII por explorar y reclamar sus costas. Cuando parecía que las cosas se decantaban del lado español por controlar ese territorio del Pacífico norte (apoyados por los incipientes Estados Unidos), llegaron los rusos y se llevaron el gato al agua.

La dominación y colonización rusa de Alaska se llevó a cabo durante la primera mitad del siglo XIX a través de la Compañía Ruso-Americana. Pero nunca llegó a ser profunda ni tampoco económicamente rentable. El único recuerdo que queda de aquellos tiempos son las numerosas iglesias ortodoxas repartidas por todo el territorio, y una población que profesa mayoritariamente esta religión.

De modo que en 1867 los rusos le vendieron Alaska a los Estados Unidos, pareciéndoles un mejor negocio que dejar que cayera en manos británicas, siempre esperando su oportunidad de obtener beneficio en río revuelto. El precio fueron 7,2 millones de dólares que no solucionaron los problemas de liquidez rusos, y que supusieron él ridículo coste de 4,74 dólares por kilómetro cuadrado para los estadounidenses.

Posición actual de la Línea Internacional de Cambio de Fecha / foto Wikimedia Commons

La transferencia de soberanía entre ambos países se llevó a cabo un viernes de octubre de 1867. Esa noche los habitantes de Alaska se acostaron siendo rusos, y cuando se levantaron al día siguiente no sólo eran estadounidenses, también volvía a ser viernes.

La razón para este hecho único en la historia (el caso Samoano de 1892 se resolvió repitiendo el día 4 de julio) hay que buscarla en dos aspectos derivados del cambio de soberanía. En primer lugar, la Línea Internacional de Cambio de Fecha, que estaba situada en aquel momento en la frontera oriental de Alaska con Canadá se trasladó inmediatamente a su ubicación actual, en el Estrecho de Bering.

Iglesia ortodoxa de Sitka en Alaska, la antigua capital de la América Rusa / foto Andrew Malone en Flickr

Eso provocó que pasaran de estar en un huso horario que iba 14 horas por delante del meridiano de Greenwich, a un huso que iba 10 horas por detrás, en total un día completo.

Y en segundo lugar, como Rusia todavía utilizaba por entonces el calendario Juliano, mientras que Europa y los Estados Unidos hacía tiempo que empleaban el Calendario Gregoriano, además de tener dos viernes seguidos, la fecha pasó de ser el 6 de octubre a ser al día siguiente el 18 de octubre de 1867.

Hasta 1923 Rusia no adoptaría el Calendario Gregoriano, 341 años después de su creación.


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