No es que Estocolmo estuviera coja de atractivos turísticos; el Museo Vasa, la Gamla Stan (Ciudad Vieja), la Catedral, el Palacio Real, el Ayuntamiento, el Skansen… Cualquiera que visite la capital sueca encontrará cosas que hacer y visitar de sobra para pasar unos días de vacaciones. Pero de un tiempo a esta parte se han ido incorporando cosas nuevas y diferentes y uno de los últimos iconos urbanos es el Ericsson Globe, un original pabellón multifuncional semiesférico y muy vistoso.
De hecho, se trata del edificio más grande del mundo con esa forma. Inaugurado en 1989, se usa para acoger grandes eventos como competiciones deportivas y macroconciertos, además de haber sido sede del Festival de Eurovisión en las ediciones más recientes celebradas en la ciudad. Pero, por si no fuese bastante, se le ha añadido un interés extra para los viajeros: el llamado OM SkyView, un par de elevadores que suben por la corteza exterior del complejo y proporcionan espléndidas vistas de la ciudad.
Las medidas del Ericsson Globe lo hacían propicio para aprovechar y dotarlo de ese oportuno equipamiento. Al fin y al cabo, el diámetro de esa enorme bola blanca alcanza los 110 metros y la altura se sitúa en 85, proporcionándole un volumen de 65.000 metros cúbicos. Por eso su aforo es impresionante (hasta 16.000 espectadores, según el tipo de espectáculo) y por eso también la parte de fuera ofrecía excepcionales posibilidades.
Así, el OM SkyView tiene en su parte sur un doble carril paralelo de 42 toneladas (fue necesario afianzar la estructura con 70 toneladas de refuerzos de acero) por el que suben y bajan alternándose dos góndolas, también de forma globular pero completamente acristaladas para permitir contemplar panorámicas. Cada una de esas cabinas tiene capacidad para 16 pasajeros y efectúan salidas cada 10 minutos.
El singular trayecto dura 20 minutos y se ha revelado como un éxito total, ya que el mismo año de su puesta en marcha registró nada menos que 160.000 usuarios. Quien quiera formar parte también de esas cifras que apunte el horario de apertura (teniendo en cuenta que los días 27 y 28 de junio va a cerrar por mantenimiento, ojo): abre de lunes a viernes entre las 9:30 y las 19:00 (fines de semana hasta las 17:00) con última salida 10 minutos antes del cierre.
En cuanto al precio, la entrada cuesta 150 coronas, unos 16 euros, aunque niños de cinco a doce años y pensionistas de más de sesenta y cinco pagan 100 (algo menos de 11 euros). Como se está haciendo común en este tipo de atracciones, al acceder se puede adquirir una botella de champán para degustarlo en las alturas; eso sí, la botella cuesta 895 coronas (96,6 euros), aunque hay botellines pequeños como alternativa para los sibaritas más modestos.
Más información: Globe SkyView
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