Aquí sería imposible, o al menos muy difícil, dadas las exhaustivas legislaciones nacional, regional y municipal, pero en Estados Unidos ya sabemos que una mayor liberalidad en las reglas impulsa la iniciativa privada, a veces hasta extremos increíbles como el que nos ocupa hoy: un raro castillo en pleno estado de Colorado.
Se llama Bishop Castle porque es el resultado del empeño personal de su dueño y constructor, Jim Bishop, uno de esos tipos que van por libre de los que hablaba antes. Como ocurre a menudo entre los estadounidenses, Bishop decidió levantar una casa para él y su mujer con sus propias manos, en un terreno que había adquirido ya de adolescente haciendo pequeños trabajos como los que vemos en las películas: repartir periódicos, cortando césped, ayudando en el taller familiar de soldadura…
Así, aunque no faltaron roces con las autoridades, la vivienda empezó a crecer poco a poco desde 1969. Sólo que el diseño no se atuvo a los parámetros habituales y el edificio fue tomando un aspecto diferente, muy original, que los mismos vecinos identificaron con un castillo por la abundancia de piedra que presenta la estructura y las extrañas formas que iba adquiriendo. Así que, dicho y hecho, Bishop decidió seguir la obra en ese sentido.
El resultado es un inmueble de cuarenta y nueve metros de altura para el que se usaron materiales variados: muros pétreos, paredes de cemento, escalinatas, torres, vitrales, detalles de hierro forjado (su padre era profesional de eso), etc. Está coronado por un imponente dragón de acero que lanza fuego de verdad en verano. Del resultado se podría pensar que Bishop comenzó simplemente apilando piedras sin ningún plan predeterminado, estudio arquitectónico ni cálculos matemáticos. Y a juzgar por la cantidad de videos que se pueden ver en YouTube, donde aparece apilando sencillamente piedras sin la más mínima preocupación por la horizontalidad, así debió ser. No en vano muchos consideran el edificio ciertamente peligroso.
Tan insólito lugar se ha convertido en una insospechada atracción turística extraoficial -tiene su propia página web y todo- que abre sus puertas a los curiosos desde el amanecer al anochecer, todos los días del año, y les permite hacer la visita de forma gratuita, aunque acepta donaciones a través de una fundación creada ad hoc. También lo ceden para organizar bodas, pero ya apuntan que la donación estimada para un evento de este tipo debería sobrepasar los 300 dólares. En cualquier caso, aun en las bodas, no está permitida la introducción de alcohol en el castillo.
En 2015 aparecieron noticias en la prensa norteamericana acerca de la disputa que el matrimonio Bishop (ambos diagnosticados de cancer) mantenían con un antiguo amigo, quien se habría apoderado del castillo cambiándole el nombre por el de Castle Church for the Redemption of the Office. Y es que cada castillo también debe tener su malvado incorporado.
Si están de viaje por ese estado y pasan por el Santa Isabel National Forest, al noroeste de Rye, lo encontrarán al final de un camino pavimentado al que se llega por la Carretera Estatal 165 y que forma parte de la Pathways Scenic and Historic Byway.
Fuentes
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