Si de algo anda sobrada España es de castillos. Su número se calcula en torno a dos mil quinientos repartidos por toda la geografía nacional, sin incluir en esa categoría otros tipos de arquitectura militar como torres, bastiones, ciudadelas y similares, en cuyo caso el número se multipicaría hasta quién sabe cuánto. Ocho siglos de Reconquista dieron para mucho en ese sentido, aunque también hay casos de castillos posteriores. De uno de estos últimos vamos a hablar hoy; probablemente uno que muy bien se puede catalogar de rareza: el inaudito Castillo Monumento Colomares.

¿Qué tiene de raro ese sitio? Para empezar, que es de construcción reciente. Pero no reciente de hace unos pocos siglos, no. Se erigió hace cuatro días, como quien dice, entre 1987 y 1994.

Además, no se trató de una empresa institucional sino que fue fruto de la iniciativa privada; privadísima, de hecho, puesto que al frente no estaba ninguna gran empresa patrocinadora ni ningún mecenas cultural de postín, sino un simple ciudadano de a pie: el doctor Esteban Martín y Martín.

Imagen: Zarateman en Wikimedia Commons

Aficionado a la Historia, el Arte y la Arquitectura, Martín empezó por su cuenta la construcción de un castillo de forma improvisada, sin planos y trabajando con sus propias manos, únicamente ayudado por un par de albañiles.

Apilando ladrillo tras ladrillo y piedra tras piedra, sobreponiendo una capa de cemento sobre otra, el edificio fue creciendo lenta pero progresivamente a lo largo de siete años. El resultado fue una obra singular, única y muy personal que no obedece a un estilo concreto sino al gusto de su autor.

Éste, sin embargo, tenía una idea concreta en mente: hacer un homenaje al descubrimiento de América y a los personajes que lo propiciaron, a saber Colón, los Reyes Católicos y los marinos que atravesaron el Atlántico en aquella inaudita travesía de 1492.

Imagen: Ismael zniber en Wikimedia Commons

Por eso el castillo presenta elementos de cada estilo de nuestro pasado (bizantino, románico, gótico y mudéjar), aunando las tres culturas históricas que los aportaron (cristiana, judía y musulmana). Hay un curioso extra: una pagoda china que representa el objetivo asiático original de Colón.

En total son mil quinientos metros cuadrados que, paradójicamente, albergan la capilla más pequeña del mundo (no llega a dos metros cuadrados) y constituyen el mayor monumento que existe en memoria del Almirante (de ahí su nombre).

Es más, hay un sepulcro vacío, habilitado con la algo utópica esperanza de que algún día reposen allí sus restos mortales. Quizá, en su lugar, lleguen a acoger los de su creador, ya que Esteban Martín y Martín falleció; arruinado, por cierto, y sin que la administración ni nadie atendiera sus solicitudes de ayuda. No sólo en Estados Unidos hay self-made men.

Imagen: Ismael zniber en Wikimedia Commons

El Castillo Monumento Colomares se encuentra en la localidad malagueña de Benalmádena y se puede visitar por dos euros, aunque sólo exteriormente. Hay visitas guiadas y se alquila para eventos diversos, bodas incluidas; sin duda constituye un espectacular telón de fondo para un reportaje fotográfico, erizado de pináculos y decorado con bellas celosías, vidrieras de colores y, sobre todo, ese rincón estelar que es la almena rematada en forma de proa de carabela.


Fuentes

Castillo Monumento Colomares


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