Está claro que si uno quiere ver arqueología de época romana en ningún sitio la va a encontrar mejor y más abundante que en la propia Roma, aunque el resto de Italia, España y los países del Mediterráneo, es decir, aquellos en los que se se desarrolló una mayor romanización, también tienen mucho que ofrecer en ese sentido. Ahora bien, las legiones llegaron muy lejos y algunos sitios fuera de ese ámbito también tienen cosas interesantes.
Uno de ellos es Inglaterra pero, para acotar un poco más, hoy vamos a echarle un ojo a una ciudad llamada Cirencester, una pequeña localidad de menos de veinte mil habitantes situada en Gloucestershire (a 150 km al oeste de Londres pero que bien vale una escapada desde la capital británica).
Nació llamándose Corinium Dobunnorum, a partir de un fuerte construido por los romanos en el año 49 d.C.para proteger la región de los ataques del pueblo céltico dobunni, cuya capital, Bagendon, fue desplazada por el asentamiento romano.
El caso es que, con semejante pasado, Cirencester tenía todos los números para convertirse en un interesante lugar para la arqueología y así fue, hasta el punto de que allí se encuentra uno de los museos más destacados museos sobre el tema en tierra británica: el Corinium Museum.
Reabierto hace pocos años (en 2005) tras una reforma de sus instalaciones, a comienzos de 2015 se sometió a un nuevo lavado de cara y, días atrás, Twitter lo seleccionó entre miles de museos de todo el mundo para su Museum Week (Semana del Museo).
Se trata de una institución que no limita su colección a los tiempos de Roma sino que se recorre la historia local desde el Neolítico hasta el período victoriano. Pero está claro que su puente fuerte es el material excavado en Corinium Dobunnorum. Éstas son sus siete piezas estrella de la época romana.
1. Las lápidas de soldados de caballería Genialis y Dannicus
Si hay una cosa que abunda allá donde se acantanoron legionarios romanos son las lápidas, sea cual sea su tema (funerario, religioso, etc). Los epígrafes resultan muy útiles para saber más sobre la gente de la que hablan.
En el caso que nos ocupa, fueron Sexto Valerio Genialis, un frisón (de Holanda) integrado en una unidad auxiliar de caballería tracia, y Dannicus, otro auxiliar natural de Augusta Raurica (Suiza).Ambos jinetes se representan a caballo, lanza en mano, con un enemigo caído a los pies de los caballos.
2. El mosaico de la liebre
La liebre se ha convertido en el símbolo de la ciudad de Cirencester y en el logotipo del museo desde el descubrimiento de este antiguo mosaico romano que representa al animal en su círculo central.
El mosaico, que data del siglo IV d.C, fue descubierto justo debajo de la carretera de Beeches durante unas excavaciones arqueológicas en 1971.
La liebre se muestra agazapada y mordisqueando un arbusto. Hoy en día, el mosaico adorna el vestíbulo de entrada del Museo Corinium.
3. El gallo de bronce
Este exquisito gallo de bronce esmaltado fue descubierto durante las excavaciones de 2011 en el cementerio occidental de Cirencester. Se cree que data del siglo II d.C. y procede de la tumba de un niño de dos a tres años.
Sólo se conocen ocho hallazgos de este tipo en el mundo romano, pero el gallo de Cirencester es el único que ha sobrevivido con su cola y el único de Gran Bretaña hallado en un ámbito funerario.
4. El mosaico de Orfeo
Este mosaico del siglo IV d.C. fue encontrado a las afueras de Cirencester en 1824. Representa a Orfeo, poeta y músico mítico, rodeado de animales seducidos por su música.
El de Orfeo es un tema popular en el arte clásico y este mosaico romano es uno de los nueve que se encuentran en Gran Bretaña.
Se cree que se trata del más antiguo de todos.
5. Capitel corintio de la columna de Júpiter
Datado en siglo II d.C, este capitel corintio fue encontrado en 1838 cerca del centro de Cirencester. Se ha exhibe colocado sobre una columna reconstruida para mostrar el aspecto que tendría originalmente, ya que se cree que formaba parte de una que sostenía una estatua de Júpiter.
Los cuatro lados del capitel están tallados con los rostros de cuatro personajes: Baco, con racimos de uvas en cada lado; Sileno, bebiendo por un cuerno de carnero; Licurgo, con un bastón de vid y un hacha de doble filo; y Ambrosia tocando un tambor.
6. El mosaico de los perros de caza
Otro mosaico hallado en Cirencester, esta vez en el año 1849 y de una importancia especial porque fue el que inspiró la fundación del museo primigenio. En el medallón central, tres perros asedian a su presa.
No sabemos qué animal que buscaban, ya que esta parte del mosaico estaba incompleta cuando se desenterró y ha habido que parchearlo con teselas sin dibujo. Cada uno de los semicírculos de los lados contiene una criatura marina mítica, como por ejemplo un grifo alado persiguiendo a un delfín.
También se puede ver una representación particularmente fina y detallada de la cabeza alada de Medusa en uno de los compartimentos de esquina, así como una representación de la del dios del Océano. Es raro encontrar ambas representaciones en el mismo mosaico.
7. El muro pintado al fresco de Kingscote
Esta pintura mural al fresco estaba en Kingscote, que fue ocupado desde finales del siglo I d.C. hasta su apogeo en el siglo IV.
Puede haber sido una pequeña ciudad o villa de ocupantes de alto estatus, según se deduce de los pisos de mosaico y la pared de yeso pintada al fresco.
El aspecto ha tenido que ser reconstruido a partir de miles de fragmentos y se cree que representa a Cupido y Venus con la armadura de Marte. Las otras figuras de la escena corresponderían a otros dioses y diosas. Probablemente data de finales del siglo III o principios del IV.
El Corinium Museum, cuya dirección es Park Street s/n, abre toda la semana de 10:00 a 16:00, salvo los domingos, que lo hace de 14:00 a 17:00. La entrada es de 4,95 libras (3, 30 para estudiantes mayores de dieciséis años, 2,45 para niños entre cinco y esa edad, y gratis los menores).
Más información: Corinium Museum
Vía: Ancient History Et Cetera
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