En 1990 el guitarrista flamenco Paco de Lucía publicó Zyryab, un disco firmado junto a su sexteto y las colaboraciones del pianista Chic Corea y el también guitarrista Manolo Sanlúcar. Su intención era homenajear a un músico bagdadí-cordobés apodado con ese nombre y está considerado una de sus obras maestras.

Ziryab o Zyryab era el apodo para mirlo negro de Abu Al-Hasan Ali ibn Nafi, que vivió entre los años 789 y 857 de nuestra era. Su aportación al desarrollo de la tradición musical árabe en la Península Ibérica fue decisiva.

Suya parece que fue la sustitución del plectro de madera, que se usaba para pulsar las cuerdas, por otro fabricado con la pluma delantera de un águila, las uñas o el pico, precedente de la púa actual. Y también añadió la quinta cuerda al laúd, precursor de la guitarra española y flamenca, pasando a formar parte del selecto grupo de patriarcas de la música de Al-Andalus.

En el año 822 Ziryab emprendió un larguísimo viaje desde Bagdad a la corte de Alhakén I, emir andalusí. Su precipitada salida de la corte de Harún al-Rashid se debió a una intriga palaciega urdida por su maestro y mentor, Ishaq al-Mawsili.

Monumento a Ziryab en Córdoba, España / foto Américo Toledano en Wikimedia Commons

El entonces cantor de palacio y músico no tuvo suerte. Antes de que arribara a Córdoba le llegó la noticia a la caravana en la que viajaba que su protector había muerto y había sido sustituido por Abderramán II.

Todo era un enigma para él. La fama le precedía pero no sabía cómo lo acogería el sucesor de quien le había prometido la gloria. Al contrario, todo le salió como si de un guión teatral se tratara. Abderramán II salió a recibirlo en persona a las puertas de la capital del emirato y recibió todo tipo de lisonjas y dádivas, además de colmarlo de riquezas.

El joven músico fue el impulsor del que puede considerarse primer conservatorio de música de Europa y aportó grandes novedades en la disciplina y enseñanza del canto. Pero el haber añadido una quinta cuerda al laúd, una cuerda que identificó con el alma, fue definitivo para la evolución de este instrumento. Con ello cambió el rasgeo de las cuerdas del instrumento, que era utilizado para acompañar al canto. A partir de ahí, los cimientos del nacimiento de la guitarra ya estarían implementados.

Pero también se le atribuyen a Ziryab el haber introducido en la alta sociedad cordobesa la costumbre de peinarse con flequillo, el consumo de espárragos o el uso de copas de cristal en lugar de las tradicionales de oro y plata.


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