Aunque sea una tradición importada, la celebración de Halloween parece una realidad plenamente asentada en España, si no de derecho sí de hecho. Pasear a principios de diciembre por las calles equivale a contemplar escaparates y comercios decorados con calabazas, esqueletos, brujas y criaturas de ultratumba. Un ambiente a medio camino entre lo macabro y lo divertido que incita a muchos, especialmente los jóvenes, a zambullirse plenamente en la fecha.
Por eso más de uno podría estar interesado en participar en un concurso organizado por Airbnb, la página de alquiler de alojamientos que, desde su creación en 2008, ya ha extendido su red a decenas de miles de ciudades de casi dos centenares de países, contando sus reservas por varios millones. Airbnb propone algo tan original, insólito y sugestivo como pasar la noche más graciosamente terrorífica del año en uno de los sitios más tétricos que existen: las Catacumbas de París.
Originalmente llamadas Les Carrières, que significa las canteras porque eran un conjunto de galerías excavadas por los romanos para extraer piedra, se transformaron en cementerio subterráneo en el siglo XIX a raíz de las epidemias desatadas en la capital francesa por el exceso de enterramientos en el tradicional camposanto de Los Inocentes. Para paliar ese problema se empezaron a trasladar los restos mortales a aquella antigua cantera, que además se aprovechó para inhumar a los represaliados masivamente en las revoluciones decimonónicas.
El resultado son trescientos kilómetros de laberínticos pasadizos que acogen lo que queda de seis millones de personas, con la particularidad de que los huesos se colocaron forrando las paredes. Así, el kilómetro y medio de catacumbas parisinas abierto al público, ofrece al visitante un recorrido realmente curioso, no apto seguramente para todos los estómagos pero fascinante para los doscientos que se admiten cada día (se entra por la plaza Denfert Rocheferau).
Normalmente, ese singular paseo turístico se hace en horario de 10:00 a 17:00. Pero este año va a tener un epílogo gracias al citado concurso de Airbnb: una apertura extra, nocturna y exclusiva para dos personas que, tras hacer un tour privado, podrán quedarse a cenar acompañados de música de violín para luego dormir en tan encantador ambiente. Rodeados de osamentas y con el recuerdo reciente de las siniestras leyendas narradas por un cuentacuentos antes de acostarse. Será la noche del 31 de octubre.
¿Se podrá conciliar el sueño observado por las cuencas vacías de las calaveras? ¿Bastará el cansancio para vencer al miedo o a la emoción? ¿El frío será por los catorce grados de allá abajo o por alguna presencia espectral? ¿Será factible conciliar el sueño y disfrutar de la experiencia? Sólo los ganadores podrán saberlo. Para ello, el candidato debe ser mayor de edad y entrar en la web de Airbnb para explicar en cien palabras (en inglés o francés) por qué cree ser capa< de pernoctar a veinte metros bajo tierra, entre los muertos. Hay de plazo hasta las 23:59 del 20 de octubre.
Para finalizar, no viene mal recordar lo que pone una placa a la entrada de las Catacumbas de París: Arrête, c’est ici l’empire des morts (Detente, éste es el imperio de los muertos). Tal cual. Miren la foto; parece la alcoba de Bitelchús.
Más información: Airbnb
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