Probablemente no hay mayor herramienta de globalización que el cine y la televisión. Películas y series nos permiten conocer otros países, aún cuando estén al otro lado del mundo y nunca hayamos puesto los pies en ellos.
Por eso una foto como la de arriba nos resulta relativamente familiar y todos sabemos situarla en Estados Unidos, no sólo por el idioma de los letreros sino también por el tipo de vehículo y el estilo de la arquitectura e incluso el «aire» que destila.
Habremos acertado porque, en efecto, se trata de un lugar del país norteamericano. Sólo que resulta imposible localizarlo geográficamente porque no existe; no es que haya sido abandonado, como puede parecer por las imágenes, sino que jamás ha figurado en ningún mapa porque, de hecho, su creación es bastante reciente. Y eso que las fotos son auténticas, sin Photoshop, sin montajes. Una pista: si nos fijamos, no se ve gente.

Todo misterio tiene su solución. La respuesta a todo esto es que no se trata exactamente de un pueblo; al menos no de verdad.
Es el Elgin Park, una serie de dioramas maravillosos concebidos y elaborados por uno de esos asombrosos self made men norteamericanos, individualistas, algo frikis y rebosantes de creatividad: un artista multidisciplinar (diseñador, ilustrador, maquetista y fotógrafo) llamado Michael Paul Smith y nacido en Pensylvania en 1950.

En realidad son varios escenarios meticulosamente recreados hasta el más mínimo detalle, a escala 1:24, mostrando un pueblo típico de EEUU desde la década de los veinte hasta mediados de los sesenta del siglo XX.
Un trabajo que ha requerido horas y horas de paciencia -bueno, algo más: veinticinco años para ser exactos- y que, curiosamente, no empezó por razones profesionales sino por puro entretenimiento.
Los materiales empleados son bastante diversos. Así, los edificios están hechos básicamente de cartón bañado en resina y poliestireno.

Los coches forman parte de su colección particular de miniaturas, que alcanza los tres centenares de modelos.
Y luego está el toque maestro, la fotografía, que, adoptando el ángulo adecuado y aprovechando tanto trucos de perspectiva como el auténtico paisaje del fondo, nos deja unas imágenes de total realismo.

Como decía antes, las fotos no están tratadas con ningún programa informático y únicamente se hacen con la habilidad de Smith y, si acaso, la ayuda de una buena iluminación (las casas, por cierto, tienen luces interiores, al igual que los rótulos).
Se entiende así el éxito obtenido cuando las subió a su página de Flickr. Eso sí, mantener la obra cuesta y Michael acepta donaciones vía PayPal.
Más información: Elgin Park
Fotos: Michael Paul Smith en Flickr
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