Empiezan a menudear las rutas turísticas enfocadas desde un punto de vista histórico, un nicho económico incomprensiblemente dejado de lado hasta hace poco. Digo incomprensiblemente porque no todos los países disponen de un pasado tan extenso, de un patrimonio monumental o arqueológico tan rico ni de una variedad tan amplia de pueblos como ancestros.
Así, de un tiempo a esta parte, asistimos a una oleada de efemérides, eventos, itinerarios, recreaciones, fiestas, mercados medievales y exposiciones que tienen una cosa en común: nuestro pasado. Personajes como Isabel la Católica, el Cid o Santa Teresa, batallas como las de la Guerra de la Independencia o las Guerras Púnicas, civilizaciones como la romana, la visigoda o la musulmana, etc. Definitivamente, hay donde elegir dentro de la vieja piel de toro y parece que la cosa tiende a crecer.
Por ejemplo, hoy vamos a reseñar la iniciativa Iberos en el Bajo Aragón que impulsa el Consorcio del Patrimonio Ibérico de esa comunidad, más que nada porque este mes de agosto anima al viajero a… ¡iberizarse! Vale, puede que no todos tengan claros los conceptos, así que se impone una rápida explicación. ¿Quiénes fueron los iberos?
Iberos es el nombre que se da, siguiendo a los clásicos, a un conjunto de pueblos que habitaban en la franja mediterránea de Iberia, nombre dado por Estrabón a la Península, desde lo que hoy es la frontera catalana con Francia hasta la actual Almúñécar, aproximadamente. En ese territorio se localizaban los oretanos, bastetanos, contestanos, edetanos y varios más (algunos extienden el límite por el sur hasta el Algarve, en una zona ocupada por los turdetanos, y por el norte hasta el Languedoc).
Todos ellos tenían elementos en común, como la lengua (con algunas variantes), pero también diferencias según la zona. En cualquier caso, el castellano de hoy sirve de nexo para descubrir cómo eran y cómo vivían en una de esos itinerarios que combinan lo turístico con lo cultural. Iberos en el Bajo Aragón se desarrolla por la zona oriental de la comunidad autónoma aragonesa, donde antaño habitaban los ositanos, en lugares como Alcañiz, Alcorisa, Andorra, Alloza, Azaila, Calaceite, Caspe, Cretas, Mazaleón, Oliete y Valdetormo.
Se trata de promocionar esa región a lo largo del mes de agosto con una oferta de actividades que incluyen visitas guiadas a yacimientos arqueológicos de la época (diecinueve, nada menos), degustaciones gastronómicas (en los restaurantes colaboradores) y talleres educativos para los niños, así como la celebración de una jornada de puertas abiertas en el Centro de Interpretación de Alcañiz. El resto de centros incluidos en la ruta abren de viernes a domingos entre las 11:00 y las 14:00.
Las rutas ofertadas son ocho: La plenitud de la cultura ibera, El pasado ibero de Matarraña, El barranco de Calapatá, Los iberos y el control de río Matarraña, Muerte y religión en la eṕoca ibérica, La cerámica ibérica, La romanización de los pueblos ibéricos y Vida cotidiana en la época ibérica.
Más información: Iberos en el Bajo Aragón
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