Cuando hablamos de interfaces que conectan el cerebro con un ordenador nos viene a la mente la figura del científico Stephen Hawking, pero lo que han logrado un equipo de científicos del National Center For Adaptative Neurotechnologies de la Universidad del Estado de Nueva York en Albany roza la ciencia ficción.
Estos investigadores han conseguido demostrar por primera vez que es posible convertir los pensamientos de un individuo en una frase legible. Para ello han creado una interfaz que han denominado Brain-To-Text mediante un dispositivo que puede leer la mente y trasladar los pensamientos de una persona en texto digital.
Las conclusiones de su estudio las han publicado en la revista Frontiers in Neuroscience y ellos mismos son conscientes que su investigación está todavía en pañales. En el laboratorio contaron con la ayuda de siete pacientes con resultados positivos pero los métodos no es lo que podemos decir que hayan sido muy ortodoxos.
Estos individuos accedieron a que se les abriera el cráneo y se les colocarán unos electrodos en el cerebro para que su actividad neuronal fuera medida por un ordenador. Nadie en su sano juicio se hubiera presentado voluntario, por ello acudieron a pacientes con epilepsia del Centro Médico de Albany. Estos pacientes ya estaban sometidos a este tipo de técnicas con electrodos para que los médicos obtuvieran datos sobre sus convulsiones. Por ello, accedieron a participar en esta investigación.
Cada uno de ellos leyó unos textos diversos tanto de ficción como discursos y el ordenador monitorizó sus pensamientos a la vez que ellos leían cada palabra. Crearon una serie de etiquetas fonéticas basadas en sus recitados utilizando un programa de reconocimiento automático de voz en inglés, mientras que el computador fue programado con un sencillo diccionario.
Los primeros resultados del equipo investigador de Albany son esperanzadores porque abre la puerta al diseño de nuevos interfaces que conecten en tiempo real el cerebro con un ordenador e Internet. Incluso según Peter Brunner, uno de los investigadores, se prevé que pueden ayudar a personas que padecen ciertas enfermedades neurológicas como la ELA.
Este el caso de los pacientes que sufren Esclerosis Lateral Amitrófica, una enfermedad degenerativa que provoca en última instancia una paralización progresiva de los músculos del cuerpo pero ningún daño a nivel cerebral.
Vía: Inhabitat
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