Pese a lo que se suele creer, no es necesario viajar hasta lejanos mares norteños o aguas exóticas para avistar cetáceos. Un sitio tan cercano como el propio Mediterráneo puede ser un buen sitio para contemplar el espectáculo que suponen estos animales en plena libertad, si se acude al lugar adecuado en el momento preciso.
Y resulta que acabamos de entrar en la temporada estival, que es precisamente cuando llega el auge de dicho momento, iniciado en primavera. El escenario: los alrededores del Estrecho de Gibraltar y Tarifa, punto de paso para ballenas, delfines e incluso orcas que se trasladan del Mare Nostrum al océano Atlántico en busca de alimento.
No se trata de ejemplares aislados. Los cálculos de CIRCE (Asociación para la Conservación, Información e Investigación de Cetáceos) estiman cantidades importantes de mamíferos marinos, incluyendo unos setenta cachalotes, doscientas cincuenta calderones, otros tantos delfines mulares, mil ochocientos delfines comunes y medio centenar de orcas. De vez en cuando hasta hay rorcuales.
Antaño, hasta 1963, año en que cerró la última factoría ballenera local (noruega para más señas), esto se veía como una gran oportunidad de caza. Pero hoy el negocio está justo en lo contrario, en preservar la vida de los animales y su entorno para poder verlos in situ. Por eso hay varias operadoras dedicadas a ello con base en Tarifa y salidas todos los días. Hasta setenta mil personas anuales se embarcan para avistar cetáceos, pues incluso en invierno existe la posibilidad. Eso sí, es en verano cuando las embarcaciones no paran, a veces con quince excursiones diarias.
Son trayectos que combinan la pura aventura de navegar con la de experimentar el goce de ver la fauna en vivo y la pedagogía, ya que a bordo se explica -en varios idiomas- todo lo relacionado con la biología marina. Las más de tres horas que puede llevar la singladura, entre buscar los cetáceos, detenerse a verlo y regresar, dan para mucho. Tanto que las propias empresas facilitan sus datos de observación a los organismos científicos.
Además, el avistamiento de mamíferos marinos ha pasado a ser una fuente económica para Tarifa lo suficientemente importante como para haber dado lugar a la creación en 2014 de un Centro de Interpretación de Cetáceos y Aula del Mar, que tiene su sede en la antigua lonja del pescado (Avenida Fuerzas Armadas 17) y está gestionado por ASACETA, la Asociación de Avistadores de Cetáceos del Estrecho, Tarifa y Andalucía) integrada por los operadores Turmares, Aventura Marina, Firmm y Whale Watch. Sin duda, una buena forma de terminar la jornada.
Más información: Whale Watch Tarifa
Foto 1: NASA
Foto 2: Robert Pittman en Wikimedia
Foto 3: Barney Moss
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