No cabe duda de que la rueda es uno de los grandes inventos de la Humanidad. Y aunque su simplicidad inicial ha ido enriqueciéndose para adaptarla a todo tipo de vehículos y máquinas, en esencia el principio es el mismo: un disco redondo que, al girar, hace avanzar al usuario. Luego entran en liza otras cuestiones auxiliares y/o complementarias.
Una de ellas es la que se refiere al terreno porque, si bien es cierto que la aplicación de la suspensión ayuda a salvar las irregularidades de éste, también lo es que determinados transportes no cuentan con ella y eso dificulta su tránsito por sitios poco llanos. Así lo vio Sam Pearce, un británico que un día se fijó en las dificultades que tenía una esforzada madre para mover el cochecito de su bebé por una acera en mal estado de conservación.
Lo que llamó especialmente su atención fue el tropezón de las ruedas delanteras contra el bordillo. Así que Pearce, que resulta que es inventor, tuvo la idea de incorporarle un original sistema de suspensión que no sólo funcionase arriba y abajo sino también en el plano horizontal.
De hecho, algunos cochecitos disponen de un método para subir bordillos y escalones pero es necesario que la persona que los lleva oprima una serie de resortes que activan el mecanismo correspondiente. Lo que Parce buscaba era la automaticidad integrada, bautizando a su creación con el nombre de Loopwheel.
Loopwheel sirve también para bicicletas y sillas de ruedas, por ejemplo, dos casos que, al igual que el anterior, beneficiarán mucho a sus usuarios. Tanto que, explica el inventor, apenas acababa de presentar el sistema públicamente cuando recibió la petición in situ de un paralítico para instalar el gadget en su silla en el mismo momento.
Se puede decir que Pearce ha reinventado la rueda al aplicar unos radios especiales: unas tiras elásticas de carbono (encargadas a una empresa que fabrica arcos de tiro deportivo) dentro del diámetro de la rueda conectadas por la parte central, que no es fija. Cada tira se sujeta a la llanta de aluminio y el conjunto se flexiona para absorber los baches, creando el efecto de suspensión en 360º.
Loopwheel se consiguió sacar adelante mediante una campaña de crowdfounfing en Kickstarter desarrollada a lo largo de 2013. Desde hace un par de meses se ha iniciado otra para reunir fondos destinados a lograr un sistema específico para sillas de ruedas. De momento, ha sido preseleccionado para el premio Design of the Year que organiza el Museo del Diseño de Londres.
Vía: Dezeen
Descubre más desde La Brújula Verde
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.