Cambiarse el nombre que a uno le es asignado al nacer puede obedecer a múltiples motivos. En ocasiones son las circunstancias políticas, en otras la conversión a una religión diferente, la necesidad de ocultarse, o incluso a un simple error circunstancial. Aun así no es habitual, salvo en el caso de los escritores y artistas que suelen adoptar seudónimos, algo mucho más normal y extendido.
En cualquier caso hay algunas figuras históricas que originalmente no se llamaban como hoy las conocemos. Si uno busca a conciencia encontrará varias decenas, sino centenas.
Estos son algunos de los cambios de nombre que nos han parecido más interesantes. Por supuesto no están todos los que seguramente podrías recordar haciendo un poco de memoria.
1. Billy el Niño
El famoso forajido que vivió entre 1859 y 1881 para convertirse en una leyenda del Oeste Americano se llamaba William Henry McCarty Jr.
En el momento álgido de su fama se cambió el nombre por el de William H.Bonney, posiblemente con la intención de ocultarse de sus múltiples perseguidores.
No obstante, ha pasado a la historia por el seudónimo de Billy el Niño, como le llamó la prensa del momento.
2. Butch Cassidy
Otra figura legendaria a caballo entre el siglo XIX y el XX, nacido Robert Leroy Parker (1866-1908). Ladrón de trenes y bancos, usó múltiples nombres a lo largo de su vida, pero es por Butch Cassidy por el que se le recuerda.
Murió en Bolivia junto a su amigo Sundance Kid, sin que las autoridades bolivianas supieran nunca sus verdaderas identidades.
Fueron enterrados en el cementerio de San Vicente, donde en 1991 se realizaron pruebas de ADN para hallar los cadáveres sin resultados positivos.
3. Catalina la Grande
Emperatriz de Rusia durante 34 años (1762-1796), era hija de un general prusiano con ascendencia sueca. Nació como Sofia Federica Augusta von Anhalt-Zerbst y su matrimonio con el futuro zar fue un acuerdo diplomático para fortalecer la amistad entre Rusia y Prusia.
El 28 de junio de 1744 se convirtió a la Iglesia Ortodoxa rusa y fue bautizada con el nombre de Catalina (Yekaterina) Alekséyevna. Al día siguiente se casó con el duque Pedro y futuro zar.
4. Martin Luther King Jr.
El Premio Nobel de la Paz y activista por los derechos civiles norteamericano nació con el nombre de Michael King, mismo nombre de su padre.
En 1934 durante una visita familiar a Alemania su padre decidió cambiar el nombre de ambos por el de Martin Luther en honor del reformador protestante Martin Lutero.
5. Pol Pot
El infame dictador camboyano (1975-1979) nació con el nombre de Saloth Sar (nótese la similitud con los Sith de Star Wars). Cuando asumió la presidencia del país en 1976 adoptó el nombre de Pol Pot.
De ese modo su identidad así como la del resto de máximos dirigentes de los Jemeres Rojos siempre se mantuvieron en secreto.
Nadie sabía en realidad quien era Pol Pot. Murió el 15 de abril de 1998 a la edad de 73 años, prisionero del grupo que él mismo había fundado, los Jemeres Rojos, y pasando a la historia como uno de los mayores asesinos y genocidas.
6. Lewis Carroll
Ya hemos dicho que suele ser habitual que los escritores adopten seudónimos. Pero en este caso es interesante el proceso.
Nacido como Charles Lutwidge Dodgson en 1832, el famoso autor de Alicia en el país de las maravillas creó su sobrenombre latinizando el apellido de su madre Lutwidge (latinizado como Ludovicus) y su propio nombre Charles (latinizado como Carolus). El resultado, Ludovicus Carolus, fue traducido de nuevo al inglés como Lewis Carroll.
7. Joseph Conrad
Otro caso de un escritor que adopta un nuevo nombre, pero no por las causas habituales.
El caso es que Józef Teodor Konrad Nałęcz-Korzeniowski, nacido en el seno del Imperio Ruso en 1857 en lo que entonces era Polonia y hoy forma parte de Ucrania, decidió adoptar la lengua inglesa para escribir su obra.
Al obtener la nacionalidad británica cambió su nombre por el de Joseph Conrad.
8. William Shakespeare
Con todo el misterio y las dudas que rodean a la figura del gran escritor inglés, no iban a ser menos las cábalas sobre su verdadero nombre. Hay documentos que hablan de un tal William Shakeshafte trabajando como maestro en Lancashire, y que algunos estudiosos identifican con Shakespeare.
Ambos apellidos parece que eran muy comunes en la zona donde nació (Stratford-on-Avon, Warwickshire), junto con otros como Shakelance, Shakelock, e incluso Shakespere y Schaksper. El primer registro del apellido documentado data de 1248, asociado a un tal William Sakespere.
9. Napoleon Bonaparte
El emperador francés estuvo a punto de no ser nunca francés. Nació en la isla de Córcega sólo un año después de que Francia se la comprase a la República de Génova. Su familia formaba parte de la nobleza local y era, por tanto, de origen italiano. De hecho, su nombre de nacimiento era Nabolione di Buonaparte.
Así aparece en un registro fechado el 28 de marzo de 1796. Muchos años después, ya instalado en Francia, se lo cambiaría por el más afrancesado Napoleón Bonaparte (que por cierto sigue teniendo un aire italiano igualmente).
10. Bill Clinton
El 42º presidente de los Estados Unidos nació en 1946 como William Jefferson Blythe III, tres meses después de que su padre muriera en accidente de circulación. Cuatro años más tarde su madre se casó con Roger Clinton.
A los 13 años Bill adoptó el apellido de su padrastro, quizá como gesto de buena voluntad hacia un hombre al que recuerda como jugador, alcohólico y maltratador de su madre y hermanastro.
11. Nelson Mandela
Mandela fue conocido por varios nombres a lo largo de su vida. Pero su nombre de nacimiento era Rolihlahla (traducido como el que busca problemas) Mandela.
Su profesora de la escuela, a la que seguramente le costaba pronunciar su nombre africano, decidió llamarle Nelson, nombre con el que ha pasado a la posteridad.
12. Pancho Villa
El famoso general mexicano nació con el nombre de José Doroteo Arango Arámbula. En 1903, tras matar a un soldado y robar su caballo, tuvo que ocultarse, para lo cual decidió adoptar el nombre por el que sería conocido en adelante, Pancho Villa (en honor de su abuelo materno Jesus Villa).
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