Pocos lugares son tan sorprendentes como el País Vasco. En un entorno mágico, entre mar y montaña, con una historia única, una gastronomía inigualable y una amplia oferta cultural, no hay viajero que lo visite y no lo disfrute. Y no solo por sus ciudades; una escapada por sus pueblos permite conocer lugares pintorescos y llenos de encanto.
Te proponemos una ruta por los diez pueblos vascos más sorprendentes que puede empezar en Hondarribia, en cuyo casco viejo podrás ver la única muralla medieval que se conserva en Guipuzcoa y pintorescas casas de estilo vasco. Tampoco puedes perderte el barrio de la Marina, con algunos de los mejoras bares y restaurantes de la región.
Bermeo es otra de las visitas obligadas, a los pies del monte Sollube. Se encuentra, además, en plena costa de Bizkaia y es uno de los principales puertos pesqueros del País Vasco. Si recorres su mar encontrarás abundantes acantilados e islotes, como San Juan de Gaztelugatxe y las islas de Akatz e Izaro.
Y si te gusta el mar y el surf, Mundaka cuenta con una de las mejores olas de izquierda de Europa. Es una localidad tranquila y agradable con un entorno natural privilegiado, la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, y con unas raíces vascas muy arraigadas.
También Elantxobe pertenece a esta reserva. Lo encontramos en la ladera del cabo Ogoño, como si de una cascada de casas empinadas se tratara, y desemboca en un pequeño puerto pesquero. Precisamente el mar es su mayor don y para disfrutarlo el visitante dispone de numerosos miradores.
Otro reclamo de los surfistas es Zarauz y sus espectaculares olas. Su enorme playa se extiende a lo largo de 2.500 metros y si recorres su paseo marítimo podrás ver un paisaje único junto a la desembocadura del río Iñurritza: la zona de dunas más extensa del litoral guipuzcoano.
También es único el pequeño pueblo de Elciego porque ha sabido combinar tradición y modernidad. Data de 1067 y es conocido, sobre todo, por la bodega del Marqués de Riscal y su hotel de titanio diseñado por el arquitecto canadiense Frank Gehry. Es un lugar de contrastes y de buen vino.
En un entorno único se encuentra Lekeitio, sobre los acantilados del Mar Cantábrico. Es un pueblo milenario de pescadores y navegantes, gente alegre y hospitalaria que, por ejemplo, ha sabido conservar el Lagar de Txakoli más antiguo del País Vasco.
Otro pueblo con historia es Getaria, cuna de dos ilustres: el navegante Juan Sebastián Elcano y el modisto Balenciaga. Es conocida, además, por su peculiar forma de “ratón” y por su puerto pesquero, donde te recomendamos degustar pescado fresco a la brasa acompañado de un buen txakoli.
Y también histórica es la localidad de Tolosa, fundada en el siglo XIII y que llegó a ser capital de Guipuzcoa. Se ubica a orillas del río Oria y alberga interesantes museos como el de la Confitería y el del Títere, además de un bonito casco viejo.
La villa más antigua de Vizcaya la encontrarás en Balmaseda. Paseando por sus calles y su entorno, la naturaleza nos persigue y se escucha el susurro del río Cadagua. Te proponemos disfrutar de una excursión por sus alrededores hasta el monte Kolitza y después recuperar fuerzas comiendo una Putxera.
Puedes visitarlos mientras te alojas en Bilbao, de manera que por el día puedes recorrerlos a tu ritmo y por la noche puedes regresar a la ciudad y disfrutar de su ambiente.
Como veis, planear una ruta por diferentes localidades del País Vasco puede ser un plan perfecto para unas vacaciones. Una tierra llena de personalidad y tradición que nunca deja indiferente a sus visitantes.
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