Un concepto propuesto por el estudio Clouds Architecture Office de Nueva York propone un sorprendente uso para cometas y asteroides: servir como vehículo para estaciones espaciales.

Las estaciones espaciales orbitarían en torno de estos exocometas, y los seguirían en su viaje por el espacio interestelar, transportando de paso a los astronautas. Las ventajas, dicen, serían muchas, como por ejemplo el ahorro de costes en combustible.

Porque además éste combustible, así como el oxígeno necesario para los astronautas, se extraerían del propio cometa. Incluso en su superficie se podrían construir estructuras con materiales recolectados in situ, simplemente usando la impresión 3D.

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Foto Clouds-AO

La misión comenzaría por encontrar el cometa objetivo: calcular su órbita a su paso más cercano a la tierra, la entrega y montaje de los componentes de la estación espacial. Mientras se ensambla la estación se estudiarian las características morfológicas y geológicas del cometa para garantizar la utilización más eficiente de sus recursos, sin comprometer la integridad estructural del cometa. Durante la duración del viaje, el cometa será minado de manera intensiva, para sostener las actividades generales de la misión. Su órbita se supervisaría y ajustaría según sea necesario para alcanzar el destino extrasolar deseado

Sus creadores admiten que la idea se les ocurrió gracias a la Misión Rosetta de la NASA, que recientemente hizo aterrizar una sonda en la superficie del cometa Chuyumov-Gerasimenko. Según creen, esto sentó un precedente viable para la realización de su asombroso concepto.

Tan sólo sería cuestión de elegir el cometa adecuado, de los billones que existen en la Nube de Oort. Los candidatos deberían tener más de 20 kilómetros de ancho, y contener compuestos como agua, metano, monoxido de carbono y cianuro de hidrógeno, que pueden ser transformados en cosas útiles como combustible, oxígeno, plástico, refrigerantes o fertilizantes.

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Foto Clouds-AO

Las estaciones que orbitasen estos objetos tendrían plantas de procesamiento y laboratorios para realizar los trabajos de transformación, zonas de almacenaje, e incluso invernaderos. Todo lo cual me recuerda mucho a una película mítica titulada Silent Running (Naves Misteriosas, 1972), en el que un astronauta, interpretado por el gran Bruce Dern viaja solo a bordo de una nave-invernadero.

Más información en Clouds AO-Comet Runner


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