Todos los alimentos son perjudiciales en grandes cantidades, de una o de otra manera. Muchos contienen sustancias beneficiosas para nuestro organismo, y otros sustancias perjudiciales. Todo depende de cómo los consumimos. Hace tiempo vimos como algunas plantas que adornan nuestros parques y carreteras pueden ser un peligro si no se tienen las precauciones adecuadas. Lo mismo ocurre con algunos alimentos.
Precisamente tres de los alimentos más consumidos habitualmente son portadores de una sustancia tóxica, la Solanina, que en grandes cantidades puede resultar letal: las patatas, los tomates y las berenjenas. Pero tranquilos, que nadie se ha muerto por consumirlos en cantidades razonables.
La solanina es un glucoalcaloide tóxico de sabor amargo que se encuentra de manera natural en las hojas, el fruto y los tubérculos de las solanáceas, un género al que pertenecen los alimentos mencionados. Desde 1820, primera vez que se consiguió aislar, se la ha venido utilizando como fungicida y pesticida para combatir las enfermedades de los cultivos. También en medicina se la ha usado para tratar crisis epilépticas y como sedante, aunque no existen estudios que demuestren su efectividad.
Las intoxicaciones por Solanina no son frecuentes, aunque tampoco son nulas, y se dan más entre animales que consumen el alimento directamente en estado crudo. Los síntomas suelen consistir en problemas gastrointestinales y nerviosos.
Las patatas inmaduras suelen contener niveles de Solanina más elevados de lo normal, por lo que si se consumen en este estado puede producir intoxicación, sobre todo en caso de que la persona presente alguna enfermedad infecciosa que pueda agravar su efecto. El contenido medio normal es de 0,075 mg por gramo de patata, aumentando en las inmaduras, las dañadas por golpes (producido por la reacción de la planta ante el daño externo) y las expuestas continuamente a la luz. La presencia de la Solanina se detecta en las patatas porque tiene un sabor amargo. En ese caso no se deben consumir.
Las berenjenas también contienen Solanina, y crudas pueden ser muy tóxicas, produciendo su consumo malestares gástricos, diarrea y vómitos. Normalmente nadie consume estos alimentos crudos, pero no está de más saberlo.
Y por último, los tomates, donde además de la Solanina encontramos otra sustancia tóxica, la Tomatina. Aquí el único riesgo está en los tomates inmaduros, que contienen mayor concentración de Solanina que los maduros. Si se los puede consumir inmaduros si se cocinan, por ejemplo los famosos tomates verdes fritos, pero nunca crudos.
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