Aunque sus orígenes son desconocidos y bastante inciertos, el caso es que por lo menos durante 9 siglos existió al sur de la actual provincia de Orense un pequeño estado independiente llamado Coto Mixto (Couto Misto en gallego). Tenía una extensión aproximada de 27 kilómetros cuadrados e incluía las actuales localidades de Santiago de Rubiás, Rubiás y Meaus, además de una pequeña franja deshabitada hoy perteneciente al municipio portugués de Montalegre.
No está muy claro como se formó, porque no existen documentos que hablen de su origen. Algunos investigadores lo han asociado al Castillo de Piconha y a la Casa de Braganza durante la Baja Edad Media. Otros afirman que el territorio estaba bajo la autoridad del Duque de Braganza y del condado de Monte-Rei.
También existe una leyenda según la cual el origen del Coto estaría en una princesa llamada Ilduaria Eriz (supuestamente considerada santa) que, huyendo de no se sabe muy bien quien, dio allí a luz a San Rosendo Guterri en el año 907, otorgando privilegios a sus habitantes en señal de gratitud por haberla acogido. Este San Rosendo llegaría a ser una figura de gran importancia en la Galicia del siglo X, actuando incluso como virrey del monarca asturiano Fruela II. En cuanto a su madre, Ilduaria Eriz, fue en realidad una destacada aristócrata, cuya familia controlaba las regiones donde se asentaba el Coto.
Coto Mixto consiguió durante casi 900 años mantenerse independiente de las coronas española y portuguesa, y por extensión de los diferentes reinos y estados que se fueron sucediendo a lo largo de la historia. Siempre mantuvo su propia organización política, que era de carácter asambleario, y sus privilegios, entre los que se incluía el no aportar soldados, la exención de impuestos, ser lugar de asilo de refugiados huidos de la justicia, libertad de comercio, libertad de cultivos, y la denegación de acceso a contingentes militares.
Parece ser que otro de los privilegios que tenían sus habitantes era la de poder elegir la nacionalidad que más les conviniese, portuguesa, española o simplemente del Coto.
La máxima autoridad del Coto era el juez, elegido en asamblea por los vecinos cada tres años. A este asistían los Homes de Acordo y los Homes Bos, que ejercían la administración política del lugar. El juez tenía en su poder una de las llaves del Arca en que se guardaban los documentos que demostraban la independencia del Coto.
Este Arca, que todavía se conserva, tenía tres llaves, correspondiendo una a cada pueblo. Para poder abrirlo debían reunirse doce hombre, más los tres poseedores de las llaves, en una ceremonia cuasi sagrada. Por desgracia todos los documentos fueron destruidos por los franceses durante la Guerra de la Independencia en 1809.
En 1864 el Tratado de Lisboa acabó con el pequeño estado, dividiendo su territorio entre España y Portugal, división que se mantiene hoy en día.
En mayo de 2007 el parlamento español aprobó una proposición no de ley por la cual se reconocía la singularidad del Coto Mixto como enclave cultural e histórico.
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