Seguro que a muchos el titular de esta noticia les habrá activado instantáneamente el recuerdo del libro de George Orwell, 1984. Posiblemente sea por la palabra euroasiática. Recordemos que en la novela distopica existían tres superpotencias en el mundo: Oceanía (más o menos identificada con Occidente), Estasia (China, Japón y Corea), y Eurasia (Rusia y el resto de Europa a excepción de Islandia y las Islas Británicas).
Evidentemente la situación actual no es exactamente igual, pero rizando un poco el rizo podríamos sacarle parecidos. Porque el día 1 de enero del año que viene nace una nueva unión económica, que a día de hoy cuenta ya con cuatro miembros: Rusia, Kazajistán, Bielorrusia y Armenia.
A nivel geopolítico, es una gran apuesta estratégica de los rusos, que ya forman parte del denominado BRICS, y que con su acercamiento a América Latina, y proyectos como éste, pretenden reducir significativamente el peso político de Washington en la arena internacional (Wikipedia).
Uno de los principales objetivos para los próximos 5–10 años es la creación de un nuevo Euro, una moneda única para todo el espacio eurasiático. Asimismo Rusia ha mostrado interés en convertirla en una unión política a semejanza de la Unión Europea, aunque parece que eso cuenta con el rechazo de Kazajistán, que no quiere renunciar a la independencia conseguida en 1991.