La biología nos enseña que los colores que presentan los animales son el resultado de su evolución y adaptación al medio, dependiendo de lo prácticos que les resulten para su dura lucha por la supervivencia. En unos casos, sirven de camuflaje o defensa -a modo de advertencia- contra los depredadores; en otros su utilidad radica en atraer al sexo opuesto para incrementar sus posibilidades de reproducirse.
A veces, sin embargo, resulta difícil imaginar la razón por la que han desarrollado determinadas tonalidades, tan vivas que les impiden pasar desapercibidos, o tan raras que es poco probable que sirvan de atractivo sexual, o en especies que nunca pasarán por venenosas ni disuadirán jamás a un ningún amenazador enemigo.
Si miramos las fotos de esta lista veremos algunos casos a los que es posible encontrar explicación. Por ejemplo el albinismo, del que sabemos que se trata únicamente de una alteración genética que impide la producción o distribución de melanina. O el gallo negro de la imagen, que será fruto del cruce de razas ad hoc. Pero ¿qué me dicen de ese grillo magenta y del delfín rosado, del caracol púrpura, la mantis religiosa rosada y esa extraña langosta mitad roja y mitad verde oscuro?
En fin, vean la magnífica paleta cromática que muestra esta selección de fotos que acompañan el post más otras que pueden hallar en el enlace adjunto. Una maravilla de la naturaleza.
Vía: difundir.org