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Un equipo de genetistas de la Harvard Medical School, dirigido por el Dr. Qiaomei Fu, ha recuperado y secuenciado el ADN de un fémur de un hombre que vivió a orillas del río Irtysh en la región de Ust’-Ishim (Siberia) hace 45.000 años.

Según los análisis moleculares y del Carbono 14 este varón tenía una dieta en la que entraban vegetales y pescado y otros animales acuáticos. A partir de esos restos óseos que conservaban su ADN en condiciones excepcionales el equipo del Dr. Fu pudo extraer la secuencia del genoma con una calidad altísima, similar a las que se realizan en la actualidad a la población.

Este antiguo hombre siberiano era anatómicamente similar a un humano moderno, perteneciente a una de las más antiguas poblaciones no africanas. Según el Dr. Fu, «este hombre y sus congéneres eran iguales a los cazadores-guerreros del Oeste de Europa y Norte de Asia, los del Este del Asia y los indígenas de las Islas Andaman del Sur de Asia».

Estos científicos han obtenido una estimación exacta del grado en que las mutaciones se acumularon a lo largo del tiempo. Para ello midieron el número de mutaciones perdidas en el hombre de Ust’-Ishim y las compararon con el hombre actual. El resultado fue que se observaron un grado de mutaciones más bajo, entre una y dos mutaciones por genoma cada año. En este individuo se encontraron también un 2.3 por ciento de genoma procedente de los Neanderthales.

Esto significa que las subdivisiones entre las poblaciones actuales se remontan a casi 200.000 años, mucho antes de un período fechado hace unos 50.000 años, a partir del cual existe un registro arqueológico de documentos artísticos y nuevas formas de elaboración de herramientas.

Vía: Sci-News.com

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