¿Recuerdan que el otro día hablábamos de una agencia de viajes británica especializada en organizar grandes viajes en tren? El post trataba sobre una vuelta al mundo en cincuenta y tres días pero el catálogo era mucho más amplio e incluía itinerarios a bordo de ferrocarriles clásicos legendarios. Uno de ellos el Orient Express, por supuesto, al que también dedicamos un post.
Pues bien, si desean conocerlo pero no pueden permitirse pagar un billete, quizá sí podrían ahorrar para pasar una noche en uno de sus vagones, aunque sin viaje. Ello es posible gracias a que algunos de sus coches, retirados del servicio pero debidamente restaurados y rehabilitados, ahora desempeñan una función turística diferente: son un singular hotel.
Llamado The Old Railway Station, se encuentra en Petworth (West Sussex, Inglaterra), una localidad situada a dieciséis kilómetros de Midhurst, a tres cuartos de hora de coche del aeropuerto londinense de Gatwick. Este singular establecimiento consiste en cuatro antiguos Pullman del Orient Express, que han sido reformados para albergar otras tantas lujosas suites, más las dos habitaciones e instalaciones que también hay en la bonita estación de época donde paraba.
Evidentemente, las comodidades clásicas de ese ferrocarril han sido hoy superadas, de ahí que pernoctar en The Old Railway Station sea una experiencia mucho más confortable, pero sin perder la referencia histórica que, al fin y al cabo, es lo que le da encanto. Así, las suites no tienen literas sino grandes y acogedoras camas, los suelos están enmoquetados, hay baño completo y TV de pantalla plana.
La estación, un edificio de madera de 1892 que conserva su elegante techo abovedado, es una extensión del hotel. La taquilla hace las veces de comedor (la cocina se sitúa en el despacho del jefe de estación), la sala de espera es el hall y el andén ha pasado a ser una terraza para desayunar al aire libre cuando hace buen tiempo; si no, se toma junto a una chimenea o en la propia habitación.
Además, The Old Railway Station cuenta con conexión Wi-Fi gratuita. En realidad es un bed & breakfast que no tiene restaurante, aunque muy cerca hay varios. Las suites de los vagones son más caras que las otras y los fines de semana se exige una estancia mínima de dos noches.
Más información: The Old Railway Station
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