Los datos de Ivanpah, el mayor proyecto de energía solar térmica del mundo, son espectaculares. Situada en el desierto de Mojave y cerca de Las Vegas, esta planta termosolar propiedad de las empresas NRG Energy, Brightsource Energy, y Google comenzó a construirse en el año 2010 y se puso en funcionamiento el último día del año pasado.
La energía termosolar consiste en aprovechar la energía del Sol para producir calor y que éste pueda ser aprovechado para cocinar alimentos, producir agua caliente para el consumo doméstico o generar energía mecánica y, a partir de ella, electricidad.
En este caso, las casi 3500 hectáreas de Ivanpah cuentan con más de 300.000 espejos divididos en tres unidades y controlados por software para realizar un seguimiento de todos los movimientos del Sol. Los espejos reflejan la luz solar hacia el centro, donde se encuentran unas torres de 450 metros de altura que en su parte superior disponen de calderas con agua. La luz del sol golpea los tubos de las calderas, calentando el agua hasta el punto de crear vapor, éste luego es conducido a través de tuberías hasta una turbina estándar donde se genera la electricidad.
La planta en pleno rendimiento puede producir 392 megavatios de energía solar, capacidad suficiente para proporcionar energía limpia a 140.000 hogares y eliminar 450.000 toneladas métricas de dióxido de carbono al año.
Pero a pesar de todas las bondades que tiene las energías renovables, este tipo de proyectos masivos solares tienen sus desventajas y han surgido una serie de problemas que provocaron el rechazo de proyecto similares. En este caso no se trata de la orientación de los paneles solares, sino que es debido a su impacto ambiental y visual.
Y es que las alertas han comenzado a saltar debido a que las aves que sobrevuelan la planta se están muriendo. Y es que el intenso calor que rodean a las torres parece afectar a los pájaros porque se han encontrado aves muertas con signos de quemaduras.
Y otro problema es visual, pero no el mismo impacto visual que pueden provocar las torres eólicas, sino el deslumbramiento que están produciendo los paneles en algunos pilotos de avión. Se han reportado numerosas quejas al respecto, incluso antes de que se hubiera puesto en funcionamiento, y a pesar de que los ingenieros lo tuvieron en cuenta parece que no hay una solución sencilla.
Esperemos que pronto descubran soluciones a esto problemas y de esta forma seguir mejorando la tecnología que rodea a las energías renovables.
Vía: PSFK
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