La mayoría de los invidentes no pueden disfrutar plenamente de un museo, ni aún cuando éste incorpore material en braille, a no ser que el lugar no se base, como es costumbre, en lo visual. Por eso el insólito Museo de los Aromas situado en la provincia de Burgos les resultará prometedor.
Aunque el olfato sea un sentido que hemos perdido parcialmente en el transcurso de la hominización evolutiva, parece aún que que tiene más importancia de la que creemos, a menudo de forma subconsciente. De ahí el interés por crear este espacio que combina lo científico y lo lúdico a través de la interactividad, estando dirigido tanto a niños como a mayores.
Inaugurado en 2012, el Museo de los Aromas se ubica en la calle Cantarranas de la localidad burgalesa de Santa Cruz de la Salceda, a unos 93 kilómetros de la capital provincial y 13 de Aranda de Duero. Está diseñado como una vivienda, con sus distintas estancias; en cada una de ellas se propone al público la comprobación de su destreza en el reconocimiento de los distintos olores, así como el conocimiento de su origen y su uso desde la antigüedad hasta nuestros días.
Así, en el Museo de los Aromas se puede probar la aromaterapia y percibir los aromas del recuerdo, los que sanan, los que enferman, los aromas de peligro, los del vino o los cítricos, los perfumes, los aromas a café, a aceite, etc. Todo ello con el complemento de talleres, actividades y catas que ponen a prueba los sentidos, aparte de estudios de investigación (con la colaboración del CSIC y la Sociedad Española de Otorrinolaringología) que intentan desvelar, entre otras fascinantes cuestiones, la posible relación entre olores y colores.
La visitas, que duran aproximadamente una hora y media, son semiguiadas en los siguientes horarios: por la mañana, 10:00, 11:00, 12:00 y 12:30: por la tarde, 17:00, 18:00 y 18:30. La tarifa de entrada asciende a 5 euros (4 para grupos superiores a 10 personas).
Como decía al principio, el Museo de los Aromas ha colaborado con la ONCE para equiparse con cartelería, información y señalización en braille, razón que, sumada a al propio tema, ha hecho que los discapacitados visuales se hayan convertido en un importante tipo de visitante y, probablemente, también el más agradecido.
En fin, si todavía no han encontrado respuesta a aquella legendaria pregunta de un anuncio publicitario, «¿A qué huelen las nubes?», dénse una vuelta por el lugar. A lo mejor les solventan el trascendental misterio.
Web oficial: Museo de los Aromas
Foto: Genia Brodsky y Noam Sobel en Wikimedia
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