¿Recuerdan el eslogan publicitario de la película Aterriza como puedas? El avión iba a Chicago, el piloto a Nueva York y los pasajeros… ni se sabía. Pues a veces la realidad supera o, al menos, iguala la ficción, como han demostrado las noticias estos días atrás. Concretamente, con un esperpéntico suceso ocurrido el pasado domingo.
Resulta que el vuelo PIA 731 que Pakistan International Airlines operaba desde el aeropuerto de Karachi a Arabia Saudí, realizó su viaje tranquilamente, tomando tierra en el país árabe sin ningún incidente digno de reseñar… hasta que alguien se percató de que algo no encajaba.
Habían aterrizado en Arabia pero no en el Aeropuerto Rey Jaled de la capital Riad, como estaba previsto, sino en el Rey Abdul Aziz de Jeddah. Es decir, una ciudad que está situada a casi mil kilómetros del destino previsto.
No sé si se ha determinado ya qué pasó, por qué hubo ese error o en qué momento se desvió el rumbo de la aeronave. ¿Quizá confundieron los nombres de los aeropuertos, ambos con gracia de monarcas? Se supone que la compañía iba a investigar el asunto, entre otras cosas porque los doscientos pasajeros que viajaban a bordo no se quedaron precisamente contentos con la aventura.
En efecto, al largo trayecto desde el subcontinente indio tuvieron que sumar muchas más horas para llegar a Riad, ya que la aerolínea no los trasladó a la ciudad correcta en otro vuelo sino en un autobús. Teniendo en cuenta que entre ambos puntos hay novecientos sesenta y un kilómetros de distancia, calculen el tiempo invertido; como atravesar España del Mediterráneo al Cantábrico, por ejemplo.
Así que no es de extrañar que la clientela se pusiera de uñas y anunciase una demanda. Y eso que, al día siguiente, un portavoz del aeropuerto Abdul Aziz negaba la posibilidad de que un error tan grande pudiera ocurrir; ante la polémica, el country manager de la aerolínea, Shahbaz Ahmed, permaneció ilocalizable para confirmar o desmentir el asunto. Imagino algo así aquí y probablemente quemarían el avión.
Vía: Arab News
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