Todos sabemos que el animal más longevo que existe es la tortuga, algunos de cuyos ejemplares pueden contar su edad por centenas. Lo que muchos ignoran es que las ballenas también pueden vivir muchísimos años, pues su edad media ronda los 60 o 70 años. Pero resulta que descubrimientos recientes apuntan a que algunas especies tienen una esperanza de vida mucho mayor, de manera que aún habría cetáceos que vivían ¡cuando Herman Melville publicó Moby Dick!
Concretamente hablamos de la ballena boreal, también conocida como ballena de Groenlandia (Balaena mysticetus), que ha conseguido sobrevivir como especie (por cierto, la única de su género) al exterminio masivo sufrido desde mediados del siglo XIX por parte de los balleneros norteamericanos.
Los números impresionan: entre 1848 y 1915 la caza supuso reducir la población de los 50.000 ejemplares, que se calcula existían entonces, a poco más de un millar. Después, con la decadencia de esa industria, la ballena boreal fue recuperándose poco a poco y, con la moratoria de 1966, dio el salto hasta los 25.000 ejemplares actuales.
Lo más interesante es que la longevidad de estas ballenas seguramente ha ayudado a ello; no es lo mismo reproducirse en una decena de años que en más de 100, aún cuando sólo alumbran una cría cada 3 años y, según parece, las hembras sufren la menopausia. También es un factor el entorno gélido en el que habitan, los mares árticos, donde sobreviven gracias a que su enorme cabeza de 5 metros de largo (hasta el 40% de la longitud total del animal y medio metro de grosor de su capa de grasa les permite romper la capa de hielo que cubre la superficie para poder salir a respirar.
La ballena boreal es relativamente fácil de reconocer por su carencia de aleta dorsal, su color negro y cierta manchas blancas que suelen presentar en torno a la boca o alguna otra parte del cuerpo. Destacan también sus grandes barbas, que alcanzan los 3 metros. Y todas estas medidas se quedan atrás al lado cuando se plantean las cifras de edad.
Y es que los científicos empiezan a pensar que sus cálculos sobre la edad media de esta especie eran muy cortos. ¿Por qué? Porque de vez en cuando hallan ejemplares vivos con puntas de arpones clavadas desde hace mucho tiempo. En 1993, 1995, 1999 y más recientemente se encontraron en ellas puntas de marfil, como las que se usaban antaño. Esas herramientas son típicas de los tiempos en que Melville escribió Moby Dick.
Por si alguien no lo sabe, aquel escritor, que trabajó a bordo de un buque factoría durante más de un año antes de dejar la azarosa vida en alta mar, publicó su célebre novela en 1851, por lo que se puede deducir que hay ballenas con más de 200 años.
Vía: Smithsonian
Imagen 1: Benutzer:Netspy (Heike Pahlow) en Wikimedia
Imagen 2: NOA Photo Library en Wikimedia
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