Si han visitado Londres alguna vez es muy probable que se hayan hospedado en alguno de los hoteles que se encuentran en la zona de Paddington-Bayswater, una serie de manzanas situadas justo al norte de Hyde Park en la que se reúnen montones y montones de alojamientos, unos a continuación de otros, idóneos para turistas que busquen algo que sea asequible sin resultar demasiado básico.

Muchos de esos hoteles parecen casi clónicos, ubicados en típicos edificios de aspecto clásico, con su porche bajo una marquesina sostenida por columnas, su entrada para el servicio por el sótano, las fachadas pintadas en color crema, etc. Ahora bien, estas características no tienen por qué englobarlos a todos. Y, de hecho, el Pavilion Hotel, que también está por allí (34-36 Sussex Gardens) es completamente diferente.

No se trata de un sitio de muchas estrellas porque, pese a la apariencia, es bastante sencillo en servicios y equipamiento. Pero el elemento clave es la decoración. Quedarse una noche en el Pavilion es abrirse a toda una experiencia visual; no en vano hay muchos famosos del mundo del espectáculo que se hospedan en él cuando van a la capital británica: del cine (Leonardo di Caprio, Daniel Day-Lewis, Helena Bonham-Carter & Tim Burton…), la música (The Beach Boys, Duran Duran, Brian Ferry…) la moda (Kate Moss), la TV (Kelly Brook), la magia (David Blaine), etc.

El Pavilion presume de ello, como es lógico, pero con un matiz: sus tarifas son como lo esos personajes deben dejar habitualmente sólo en propinas, ya que se puede alquilar una habitación a partir de 69 libras por noche, algo menos de 83 euros; la familiar (dos adultos y dos niños) cuesta 139 libras (no llega a 169 euros). No digo que sea barato pero los precios de los hoteles habituales de las celebrities suelen ser el quíntuple.

Y ¿qué tiene de peculiar ese establecimiento? En primer lugar, únicamente hay 30 habitaciones, lo que permite distinguirlas entre sí por su decoración individualizada y algo excéntrica: papel de la parede multicolor, muebles y adornos comprados en mercadillos de todo el mundo, cortinas de telas variadas, molduras, relieves, alfombras orientales, viejas fotografías victorianas… No es de extrañar que a menudo sirvan de decorado para sesiones de los mejores fotógrafos.

Todo ello surgió de la imaginación algo caótica de una pareja de jóvenes hermanos, Danny y Noshi Karne, que cuando compraron un viejo hotel semiabandonado decidieron rehabilitarlo convirtiéndolo en algo único. Se anuncian como The Pavilion fashion rock’roll hotel, aunque los temas son más amplios, ya que un huésped puede elegir entre la Honky Tonk Afro Room (tributo a los años setenta), la Casablanca Nights (ambientada en una fantasía marroquí), la Enter the Dragon (inspiración de Extremo Oriente), la Indian Summer (que tiene cama con dosel) y muchas más.

Todas tienen TV, lector de DVD, teléfono y un pequeño cuarto de baño, resultando sobrias excepto en su exuberancia decorativa. Es más, el desayuno también es básico, aunque por un extra (y previa reserva) sirven uno de tipo inglés en el hotel de al lado, con el que tienen un acuerdo.

Por lo demaás, el Pavilion está en una zona bien comunicada, a 5 minutos de la parada de Metro de Edgware Road (líneas Circle y District) y a una calle de la estación ferroviaria de Paddington. Hyde Park y Oxford Street se hallan a 20 minutos a pie.

Más información: The Pavilion Hotel


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