Estar conectado a Internet sin cables y desde cualquier lugar es de lo más normal, y seguramente muchos de vosotros estéis leyendo esto desde el ordenador o el móvil a través de una conexión wifi. Y aunque las redes inalámbricas no paran de extenderse y llegar a todas partes, aún existía un lugar que se les resistía, las profundidades marinas. Pero esto puede cambiar pronto gracias a las investigaciones llevadas a cabo por la Universidad de Búfalo, quienes están desarrollando una tecnología para llevar Internet debajo del agua.
El equipo liderado por Tommaso Melodia ha comenzado las primeras pruebas de un wifi subacuático en el Lago Erie, a unas pocas millas al sur del centro de Búfalo. Entre las ventajas que se podrían conseguir con este avance tecnológico, se encuentran la mejora en la detección de tsunamis, conocer mejor el comportamiento del mar o la monitorización de la polución.
Cabe destacar que no son los primeros, ya que el instituto de investigación holandés TNO también están llevando a cabo unas pruebas similares. Pero, ¿por qué se ha tardado tanto en llevarlo a cabo?
El problema es el medio, mientras que en tierra las redes inalámbricas dependen de las ondas de radio, por desgracia, éstas no funcionan muy bien bajo el agua. Por eso organizaciones como la NOAA, el Organismo Nacional del Océano y la Atmósfera de EE.UU utiliza sistemas basados en ondas sonoras para comunicarse en el medio submarino. Algo parecido a lo que usan las ballenas o los delfines para comunicarse, ya que el sonido puede recorrer grandes distancias bajo el agua.
Por ejemplo, el sistema actual de detección de tsunamis utiliza señales sonoras, que son enviadas desde el lecho marino a las boyas en superficie, quienes a su vez envían la información recogida mediante señales de radio a los satélites, para después ser recogida en tierra. Vamos, todo un lío de conversiones entre sistemas, que unido a no disponer de una infraestructura común provoca que sea muy difícil y lento compartir la información.
Y es aquí donde entra Melodia y su equipo de la Univerdidad de Buffalo, ya que están intentando crear un estándar común. Una red inalámbrica que permita recoger y analizar los datos de nuestros océanos en tiempo real, enviando la información desde el agua directamente hasta los ordenadores portátiles, smartphones y el resto de dispositivos inalámbricos existentes, sin necesidad de intermediarios.
Las pruebas en el lago Erie consistieron en dos sensores de 18kg cada uno, y un ordenador portátil para comunicarse con ellos. La prueba fue un éxito cuando al teclear los comandos en el ordenador, un bip procedente de los sensores se pudo escuchar segundos después. A pesar de estar en sus primeras fases, se abre todo un mundo de posibilidades, eso sí, de momento seguridad no una prioridad, y la NSA o cualquiera podría interceptar nuestras ondas sonoras.
Vía: BBC
Más Información: Universidad de Buffalo
Descubre más desde La Brújula Verde
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.