Museo Sexta Planta Dallas escena crimen JFK

Se habrán enterado de que el pasado martes 22 de noviembre se cumplieron 50 años de la muerte de Kennedy, uno de los presidentes más queridos pero también más odiados de EEUU, según el grupo ideológico al que cada uno se adscriba.

Quien más quien menos, casi todos saben qué pasó aquel fatídico día de 1963. JFK (siglas de su nombre completo, John Fitgerald Kennedy) visitaba Dallas, ciudad del estado de Texas (EEUU) acompañado de su esposa cuando, haciendo un recorrido en coche descubierto por las calles, llegó a la Plaza Dealey. Allí fue tiroteado y falleció a causa de las heridas que recibió en la cabeza, uniéndose así a tres predecesores en el cargo: Lincoln, Garfield y McKinley.

En fin, no voy a contarles una lección de Historia porque éste blog no trata de eso sino de viajes. Pero es que Lee Harvey Oswald, el asesino único establecido por la Comisión Warren en 1963 (aunque la Comisión del Congreso de 1979 sugirió un segundo tirador en el famoso montículo de hierba que hay en el lugar), disparó desde una ventana de la sexta planta del Texas School Book Depository, un edificio ubicado en el 411 de Elm Street que se usaba como almacén de libros y que hoy en día se ha habilitado como museo.

En efecto, se llama Sixth Floor Museum (Museo de la Sexta Planta), fue abierto en 1989 -no sin cierta controversia- y tiene como objetivo reconstruir los hechos y mostrárselos al público, con el punto de interés algo morboso que le añade el poder asomarse a la calle desde el sitio en que Oswald apretó el gatillo de su carabina Carcano M91/38, si bien la ventana exacta y su entorno, con las cajas de madera donde se guardaban los libros, se ha rodeado con un cristal para preservarla.

Primero hay una zona dedicada a la vida de Kennedy en su difícil contexto histórico. Luego pasa a centrarse en el que probablemente sea el atentado más mediático y polémico de todos los tiempos: vídeos, fotos y documentos intentan explicar cómo ocurrió todo, desde las versiones oficiales hasta las conspiratorias.

Se pueden ver las cámaras que tomaron las históricas imágenes, las diferentes películas caseras que se rodaron ese día -incluyendo la más famosa, tomada por un espectador llamado Abraham Zapruder-, armas como las que estuvieron implicadas en el caso, desde el citado fusil de Oswald al revólver el Jack Ruby, el hombre que le mató, munición… Decenas de miles de piezas.

Tampoco faltan una cafetería y una tienda de recuerdos donde es posible comprar reproducciones de las primeras páginas de los períodicos informando del asesinato, tazas, todo tipo de libros y merchandising sobre el tema.

Y a la salida se pueden ver, sobre el asfalto de la calle Elm, unas cruces indicando dónde impactaron los disparos: el primero falló e hirió a un espectador mientras que el segundo alcanzó al presidente en el cuello (y al gobernador Connolly, que iba en el asiento delantero) y el tercero en la cabeza.

El museo abre los lunes de 12:00 a 18:00 y de martes a sábado entre las 10:00 y las 18:00. La entrada cuesta 16 dólares, 14 para mayores de 65 años y 13 para niños de 6 a 18 años (menores gratis); la audioguía (las hay en español) va incluida en el precio.

Más información: Sixth Floor Museum

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