Si alguien está de vacaciones en Barcelona y está cansado tanto de ver arquitectura modernista como de patear la ciudad y desea escaparse del hormigón algún día en busca de la naturaleza, ahí va una sugerencia: el bosque de Orrius, un lugar que le dejará boquiabierto y que se encuentra a sólo media hora en coche.

Orrius es un pequeño pueblo de la comarca del Maresme, con una iglesia gótica dentro de la cual quedan restos de capillas románicas y donde en 1981 se encontró un tesoro del siglo XI. Pero el interés principal del lugar son las abundantes rutas de senderismo que hay para pasar una jornada en contacto directo con la naturaleza. Una de ellas, de algo más de 10 kilómetros, discurre por el citado bosque.

¿Y qué es lo que tiene ese sitio para resultar tan atractivo? En primer lugar, quien viaje con niños tendrá ocasión de ofrecerles una experiencia encantadora, casi mágica, porque irán de sorpresa en sorpresa topándose con moais (ya saben, las estatuas de la Isla de Pascua), gigantescos elefantes y tortugas tallados en piedra granítica, rocas con forma de cabeza humana de aire precolombino, etc. Todas ellas entre la espesura y a menudo tapizadas con uan verde capa de musgo que les confiere un aspecto aún más fascinante.

Algo más allá aparece la llamada Roca de las Cruces, donde se dice que habitaba Perot Rocaguinarda, un legendario bandolero de prioncipios del siglo XVII citado en el Quijote; cada cruz correspondería a una de sus víctimas. Otra piedra que llama la atención es la Pedra de les Orenetes, que asemeja un nido de golondrinas y conserva pinturas rupestres; no ha de extrañar, pues en la zona hay restos arqueológicos del Neolítico, con grutas prehistóricas, menhires, dólmenes y utillaje lítico.

Precisamente siguiendo el camino se llega a la Roca Foradada, que aparenta un refugio, como una tosca cabaña pétrea originada por un capricho de la naturaleza. También se encontrará otra roca con forma de bañera o pila bautismal. Todas estas esculturas se tallaron hace unas cuatro décadas para resaltar más el parecido que ya tenían de por sí. De hecho, el nombre de los autores figura en una inscripción tallada: FECIT I.FOSSAS I.GOMEZ.

El itinerario está bien señalado pero hay que ir atento para no perderse, pues dura unas 5 horas; eso sí, carece de dificultad, de ahí que resulte ideal para hacerlo en familia (aunque un cartel solicita que se vaya en silencio). También se puede hacer desde Roca del Vallés.

Foto: manumrm en Pueblos de España

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