Ahora que ha empezado la Copa Confederaciones y España aspira a hacerse con el único título que aún no ha ganado, los aficionados pueden imbuirse de todo lo relacionado con la Roja visitando el Museo de la Selección, inaugurado hace tres años en las instalaciones de la madrileña Ciudad del Fútbol de Las Rozas (calle Ramón y Cajal s/n), sede de la Real Federación Española de Fútbol.
Creado por un especialista en museos deportivos como Pablo Ornaque pocos meses antes de que Iniesta marcara el inolvidable gol ante Holanda en la final del Mundial, consiste en mil doscientos metros cuadrados repartidos en dos plantas que recogen la historia del balompié nacional a través de los miles de objetos que forman la colección: banderines, camisetas, botas, silbatos, balones, documentación diversa y, por supuesto, copas y trofeos.
Dos guardianes flanquean la entrada al lugar: las estatuas de Ricardo Zamora e Iker Casillas, quizá los porteros más carismáticos que ha tenido la Selección. Ambos guardan la Puerta del Fútbol, una fachada modernista, estilo elegido por ser el que estaba de moda cuando se creó la federación (1920). Una vez dentro se hace un recorrido por los cien años de historia, desde el primer torneo en el que participó el equipo (los Juegos Olímpicos de Amberes, ese mismo año) hasta la última y exitosa Eurocopa, pasando por otros grandes momentos como el famoso gol de Zarra a inglaterra en el Mundial de Brasil 1950, el triunfo europeo de 1964 ante la URSS, el oro y la plata de los JJOO de Barcelona y Sidney, o la la victoria en la Eurocopa de 2008.
También hay piezas de otros grandes acontecimientos, como el primer Mundial de la historia del fútbol, que fue en Uruguay en 1930 y en el que España no participó porque el viaje era demasiado largo. O las cedidas por múltiples protagonistas del mundillo, sean jugadores, entrenadores o árbitros. Igualmente, un mural muestra imágenes de los más de setecientos futbolistas que fueron internacionales con la Selección. Y una vitrina enseña la evolución estética de las camisetas desde los tiempos pioneros.
Entre otras muchas cosas, se pueden ver las botas, el silbato y las tarjetas que el trencilla Howard Webb usó en la final de Sudáfrica, cartas de José Samitier y Ricardo Zamora al presidente del Barça, Joan Gamper, carteles de las películas protagonizadas por Di Stefano y Kubala. Y no pueden faltar las tres Eurocopas y una reṕlica de la dorada Copa del Mundo.
También tienen su rincón las distintas secciones de la RFEF, caso de las categorías inferiores (tan exitosas o más que la grande), el fútbol femenino, el fútbol playa y otro equipo de referencia mundial como el de fútbol sala. Lo que me hace subrayar que los niños lo tienen más fácil. Y no lo digo porque la entrada infantil sea más barata (4,5 euros frente a los 6 de la de adultos) sino porque habrán crecido entre oropeles. Otros recordamos los tiempos en que siempre caíamos en cuartos, cuando llegábamos.
En fin, que hay que disfrutar del momento mientras dure. El museo se puede ver en horario de martes a domingo entre las 10:00 y las 19:00.
Más información: sefutbol (web oficial de la Selección).