NASA Lluvias Extremas

No es la primera vez que os hablamos sobre los efectos en el clima que puede provocar el calentamiento global. Primero fueron los huracanes y luego un mayor número de turbulencias en los viajes transatlánticos.

Y es que la tónica habitual de los resultados de las investigaciones sobre el calentamiento del planeta, son que el clima en el futuro será cada vez más extremo. En esta ocasión, la NASA ha presentado un nuevo estudio que proporciona evidencias de cómo el cambio climático afectará a las precipitaciones en la Tierra.

Los resultados van a ser publicados en la revista Geophysical Research Letters. Y su principal autor William Lau, director del área de estudios atmosféricos de la NASA, muestra por primera vez cómo el aumento de las concentraciones de dióxido de carbono provocará un cambio en la cantidad de lluvia que caerá sobre nuestro planeta.

Para llevar a cabo la investigación, Lau y sus colegas realizaron simulaciones sobre 14 modelos modelos atmosféricos diferentes. Abarcando un periodo de tiempo de 140 años, los datos muestran que el calentamiento global hará que las precipitaciones o la falta de ellas serán cada vez más extremas, es decir, donde suele llover, lloverá más; y en las zonas más secas, las sequías durarán más tiempo.

Cada uno de los modelos predice un aumento de las precipitaciones en las zonas propensas a la lluvia, como por ejemplo en las zonas tropicales o monzónicas. Mientras que en las zonas áridas, las lluvias serán cada vez más escasas. Pero el estudio de la agencia espacial es el primero en examinar la precipitación desde una perspectiva global, incluyendo zonas despobladas o el centro de los océanos.

Aunque los modelos daban resultados diferentes en cuanto a la cantidad de agua que iba a caer en zonas particulares, como las ciudades. Cuando analizaron los resultados en términos globales, se mostraron sorprendidos al descubrir que todos los estudios apuntaban hacia el mismo resultado, más lluvia extrema, menos precipitaciones moderadas y sequías más prolongadas.

El estudio muestra que por cada grado Fahrenheit que la temperatura global sube, las zonas húmedas incrementaban sus precipitaciones en un 3,9%. Mientas que en las zonas áridas, el ambiente será un 2,6% más seco.

Otro estudio más que nos avisa de los problemas que puede causar el cambio climático. Mostrando que si no se emplean medidas para frenarlo, las inundaciones o sequías que ya padecemos normalmente serán un juego de niños comparadas con las que nos deparará el futuro.

Más Información: NASA

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