Cualquier persona sin problemas de visión puede distinguir un millón de tonalidades de colores diferentes, pero desde los años 50 se sospecha que existen personas que pueden ver más colores. Por lo que si ya te parece difícil darle un nombre distinto a cada variación de color, vaya lío debe ser para la primera persona que han identificado con una visión tetracromática y que puede distinguir 99 millones de colores más que una persona normal.
Nuestra capacidad de ver los colores se debe a que disponemos de tres células receptoras, denominadas conos, que son las encargadas de reaccionar a la presencia de las diferentes longitudes de onda del espectro visible. Por esa razón tenemos una visión tricomática, ya que cada cono reacciona a uno de los tres colores primarios (rojo, verde y azul).
Como hemos dicho, en 1948, el científico holandés HL De Vries mientras estudiaba el daltonismo, descubrió que en los miembros de una misma familia sólo los hombres se veían afectados. Mientras ellos presentaban dos conos normales y uno mutante, el que le hacía confundir los colores, en las mujeres también disponían de ese cono mutante, pero tres conos normales. De Vries teorizó que estas mujeres podrían estar utilizando el cuarto cono para distinguir más colores, pero no avanzó más en sus investigaciones.
Hasta que en 1980, los neurocientíficos John Mollon y Gabriele Jordan se volvieron a interesar por ese cuarto cono, y empezaron a investigar si realmente existían mujeres dotadas con este tipo de visión, mas común en aves e insectos.
Tras más de 20 años no hubo suerte, y es que aunque encontraron varias mujeres que presentaban cuatro conos no disponían de una prueba eficiente para saber si veían diferente. Pero en 2007 y trabajando para la Universidad de Newcastle Jordan desarrolló un nuevo método que le permitió encontrar a la primera mujer con visión tetracromática.
En el experimento participaron 25 mujeres que debían observar tres círculos de color que parpadeaban ante sus ojos. Mientras que una persona con visión normal los vería iguales, para una con visión tetracromática uno de ellos debería resaltar. Ya que no estaba formado por un color puro, sino que era una mezcla sutil de luz roja y verde generados al azar por un ordenador.
Y así fue, identificado como sujeto cDa29, una mujer del norte de Inglaterra tiene la capacidad de ver muchos millones de colores más que una persona normal. El problema está en que, aunque existan otras mujeres con estas características, no tienen forma de saberlo, ya que ni esta mujer podría describir los matices de los colores que ella percibía, y mucho menos darles nombre.
Vía: Digital Journal
Foto: Wikipedia
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