En un mundo donde las tecnologías van extendiéndose poco a poco pero inexorablemente a todos los rincones, todos los aspectos y todos los sectores, era cuestión de tiempo que sirvieran también para facilitarle la vida a las personas discapacitadas. Algunos casos son muy obvios, como esas sillas que los tetrapléjicos mueven con la boca, lo audífonos para sordos o los experimentos que se llevan a cabo para devolver la vista. Ahora bien ¿qué pasará con los viejos sistemas?
Lo digo porque difícilmente habrá un artilugio más antiguo, históricamente hablando, que el bastón. Al fin y al cabo no sólo es una ayuda para invidentes sino también para ancianos o incluso todo aquel que tenga alguna lesión en sus extremidades inferiores. Además es algo universal: hay bastones en todas las culturas, no sólo para ayudarse físicamente sino también como símbolos de autoridad.
Pero su futuro no está tan claro después de que Fujitsu haya presentado en sociedad su última creación: un bastón que no basa su efectividad en el extremo inferior sino en el contrario, el mango, convertido en un auténtico gadget de ciencia ficción. Es un cabezal algo más grande de lo acostumbrado pero, qué demonios, no se trata de un bastón normal y ha de acoger un sofisticado equipamiento.
En dicho mango -que aún así ofrece buen agarre- se ha colocado un sistema de navegación por satélite con Bluetooth, ranura para tajeta SIM, conexión 3G y Wi-Fi, conectado a un ordenador central que permite ir guiando los pasos de su usuario, haciéndole un seguimiento on line por parte de la familia o cuidadores del usuario. Cuando éste se desvía de la ruta previamente trazada, el aparato emite una vibración de aviso. También se puede ver una flecha roja sustituyendo a las habituales verdes en la pantalla LED de que está provisto.
Además incluye un sistema de monitorización de constantes vitales que en caso de alguna anomalía en ellas, por ejemplo un fallo cardíaco, permite enviar por correo electrónico una advertencia a los servicios médicos de urgencia, que sabrán con precisión a dónde acudir. Registra la frecuencia cardíaca, la temperatura corporal e incluso la medioambiental. Hasta se puede mandar una alerta en caso de caída, lo que convierte a este bastón en una herramienta del futuro que parece especialmente indicada para ancianos.
Algo lógico teniendo en cuento el país donde ha sido diseñado. Japón tiene una población muy envejecida y siempre se trabaja para desarrollar tecnologías que permitan más movilidad a los mayores. Sin embargo, Fujitsu cree que tiene otro nicho de mercado complementario: el de los discapacitados. Será cuestión de hacer una versión específica para cada caso, así como de ampliarle la autonomía al bastón, actualmente de entre 2 y 3 horas.
No obstante, habrá que esperar porque aún no se dado a conocer la fecha para su comercialización. De momento pudimos verlo en el stand que la empresa nipona tenía en la pasada Fira de Barcelona.
Vía: BBC