Uno de los efectos secundarios del cambio climático es el aumento del nivel del mar, y las ciudades costeras serán las primeras en sufrir estos problemas. En frente de la Isla de Lagos, se encuentra el barrio marginal de Makoko, donde más de 90.000 personas han vivido durante generaciones en casas construidas sobre columnas por encima del mar.
Buscando soluciones para evitar posibles desastres, la empresa holandesa de arquitectura NLÉ con el patrocinio del Programa de Desarrollo de Naciones Unidas (UNDP) y la Fundación Heinrich Böll de Alemania, acaban de terminar la construcción de la escuela flotante de Makoko, un ingenioso diseño que se adapta perfectamente al estilo de vida fluvial que existe en esta región nigeriana.
Para lograrlo han utilizado barriles de plástico como base de toda la estructura, permitiendo que toda la escuela flote sobre el mar. Además de la reutilización de los barriles, han usado materiales y recursos locales para crear una arquitectura acorde a la comunidad, todo ello dirigido por el arquitecto nigeriano Kunlé Adeyemi, que fue instruido en Holanda por NLÉ para llevar a cabo este proyecto.
La estructura de madera local tiene un área de 220 metros cuadrados, y se divide en tres pisos. En el piso de abajo existen zonas verdes y un parque infantil, mientras que los dos restantes son usados como aulas, una de ellas al aire libre. El tejado incorpora paneles solares para producir electricidad y también existe un sistema de captación de agua de lluvia. Además, toda la estructura se ventila naturalmente.
La escuela es la primera de las tres fases de este proyecto. La segunda incluirá la construcción de viviendas individuales siguiendo la misma estética, mientras que la tercera fase será el desarrollo de una gran comunidad de arquitectura flotante, ya que todos estas estructuras se podrán conectar entre sí o flotar de manera independiente.
Vía: Archdaily
Fotos y más información NLÉ
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