La búsqueda de nuevos materiales de construcción que abaraten costes y permitan edificar viviendas en lugares donde la escasez supone una traba importante continúa incansable. Recordarán que aquí hablamos, en su día, de las botellas de plástico rellenas de arena que utilziaban en Nigeria o de los ladrillos fabricados con sangre animal que inventaron para sitios desérticos. Este último tema, el de los ladrillos, sigue dando cancha a la imaginación.
El último invento en ses sentido viene de la India y son ladrillos hechos con pasta de papel reciclado. Los idearon los profesores Rahul Ralegaonkar y Sachin Mandavgane, del Instituto Nacional de Tecnología de Visvesvaraya (Nagpur), tras una visita a una planta de reciclaje en 2009. Mezclando un 90% de pasta de papel reciclado y un 10% de cemento, consiguieron crear bloques que luego comprimían con una prensa para compactarlos bien y finalmente ponían a secar simplemente al sol.
El resultado son ladrillos ligeros y fuertes al mismo tiempo, ideales por tanto para lugares de riesgo sísmico. Y aunque resultan resistentes al agua y, por ello, podrían formar paredes exteriores, lo cierto es que están orientados más bien a tabiques internos y muros.
Claro que tampoco hace falta ir hasta el continente asiático para encontrar ejemplos similares. En España misma, varios investigadores de la Universidad de Jaén están trabajando en el desarrollo de un ladrillo a partir de residuos de celulosa de papel reciclado combinada con arcilla procedente de lodos residuales que es aislante, de baja conductividad térmica y no sólo resulta barato de fabricar sino que, al requerir menos tiempo de cocción y menos combustible, resulta menos contaminante para el medio ambiente.
La próxima vez que hablemos despectivamente del ladrillo, aunque sea en términos genéricos, recordemos que no todos son iguales.
Vía: Inhabitat
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