Puestos a buscar extravagancias ¿a quién no le gustaría celebrar un banquete en la copa de un árbol? Y ya puestos, no un árbol cualquiera sino el más alto, un secuoya. Pues se puede hacer, bien es cierto que no encaramado a una rama y haciendo equilibrios, naturalmente, sino en un restaurante de Nueva Zelanda llamado The Redwoods Treehouse.
Se trata de un establecimiento surgido de una campaña ecológica que desarrolló Yellow Pages (o sea, las Páginas Amarillas) en 2008. El objetivo era promocionar el reciclaje de papel y, para ello, los arquitectos Peter Eising y Lucy Gauntlett, del estudio PEL (Pacific Environments Architects Ltd.), diseñaron una estructura inspirada en esas casas colgadas de las ramas de los árboles que disfrutan los niños en las películas americanas y a la que se puso por nombre Yellow Tree House. Estaba en un secuoya del pueblo de Warkworth, al norte de Auckland, aunque no arriba del todo sino a unos 10 metros del suelo, sostenida por tirantes de acero.
Cuatro meses después, terminada la campaña, se decidió reciclar, a su vez, la estructura y convertirla en un restaurante de alto copete. La colaboración entre empresarios locales y una compañía de organización de eventos denominada The Experience Group dio como resultado un bastante exclusivo establecimiento con aforo para treinta y dos privilegiados comensales. El menú combina cosas sencillas como canapés variados con platos más elaborados, así como con una buena carta de vinos nacionales.
Lo mejor, no obstante, es la forma de llegar a la entrada, cruzando los sesenta metros de una pasarela elevada de madera que serpentea entre los árboles del bosque. Por ella se accede a los salones, husiformes y con largos listones de pino y álamo para imitar los nidos de las aves (aunque otros ven una crisálida o incluso una cebolla). La cocina y los servicio, por contra, están en tierra firme.
De noche, con una inteligente iluminación artificial, el sitio adquiere una imagen y ambiente especiales, mágicos.
Más información: The Redwoods Treehouse
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