El otro día estaba leyendo en la prensa una lista de esa epidemia que viene con el estío y se propaga imparablemente hasta el otoño, los festivales veraniegos de música, cuando descubrí uno que se llamaba Godiva Festival.

No se celebra en España sino en Inglaterra, este fin de semana. Cuando ví que es en la ciudad de Coventry ya no me quedó duda de su relación con la famosa leyenda medieval. ¿Cómo, que no han oído hablar de ella? Pues vamos a ponerle solución a eso.

La leyenda de Lady Godiva

Allá por el siglo XI, durante el reinado de Eduardo el Confesor, la ciudad de Coventry estaba regida por Leofric, conde de Mercia. No corrían buenos tiempos y el conde exigía altos tributos al pueblo -10 siglos después nos encaminamos hacia eso-, que las pasaba canutas para pagar. Entonces su esposa, Godgifu, apiadándose de la gente, le pidió a su marido que fuera más compasivo.

Leofric, que no debía ver con buenos ojos que su mujer metiera las narices en asuntos de gobierno, la despachó diciéndole que bajaría los impuestos si ella paseaba a caballo desnuda por las calles; una boutade intrascendente, en principio. Pero ahí viene lo gracioso: Godgifu aceptó. Godgifu, por cierto, es el nombre anglosajón que se ha latinizado como Godiva y significa “Regalo de Dios” (Gift of God).

Al día siguiente, para asombro general, Lady Godiva montó sobre su corcel y recorrió Coventry sin ropa alguna; con algo de trampa, eso sí, porque tenía una melena tan larga que la cubría. Y de una leyenda surgió otra: aunque se había prohibido a los habitantes contemplarla, obligándolos a permanecer en casa encerrados y con los postigos echados, se dice que un tal Tom, sastre, no pudo evitar la tentación.

La influencia de la leyenda de Lady Godiva en la actualidad

Tom perdió la visión por ello y, a cambio, legó al idioma inglés la expresión peeping Tom para referirse a los mirones.

Es curioso porque Coventry también ha dejado otra palabra para la posteridad: “coventrizar”, verbo ideado por Goebbels para aludir al bombardeo que arrasa completamente una ciudad. El ministro de propaganda nazi sabía lo que decía porque la Luftwaffe redujo esa urbe a ruinas en 1940.

No se sabe cuánto hay de real y de inventado en la historia de Lady Godiva, pero Coventry es famosa sobre todo por ella, algo fácil de comprobar en una visita: a la benigna dama se le levantó una estatua y el Herbert Art Gallery & Museum local posee una colección de obras inspiradas en la leyenda. Y ya he mencionado el festival que, aparte de conciertos en vivo, tiene su momento culminante en la cabalgata de una Lady Godiva actual por el War Memorial Park.

Imagen: Lady Godiva, por John Cellier (dominio público en Wikimedia Commons)

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