Muchos artistas utilizan objetos cotidianos para crear arte, como por ejemplo basura o arena. Mientras nosotros usábamos los lápices de colores para colorear en el colegio, Jennifer Maestre fue un paso más allá y los utiliza para crear sus inquietantes esculturas.
Maestre es una escultora de origen surafricano afincada en Boston (EE UU). Y la idea para desarrollar sus obras proviene de la forma y la textura del erizo de mar.
Para realizar las esculturas necesita cientos de lápices, los corta en diferentes tamaños y les hace un agujero por donde más tarde les pasa un hilo y los cose. Esta técnica que enfila abalorios en un hilo se conoce como peyote al igual que el cactus alucinógeno.
Dependiendo del tamaño, que van desde los 8cm hasta el medio metro, Maestre dedica ocho horas diarias a realizar sus esculturas y tarda entre dos semanas a un mes en terminar una pieza.
Sin duda sus esculturas son atrayentes y algunas hasta dan ganas de acariciarles, aunque al igual que los erizos de mar no es recomendable.